Puro culé
Agustí Montal Costa, fallecido hoy a los 82 años, era el presidente vivo más antiguo del FC Barcelona, del que recuperó su posicionamiento catalanista en los últimos años de la dictadura franquista y para el que fichó a Johan Cruyff, uno de los futbolistas más cotizados de la época.
Montal ejerció la presidencia del Bara entre 1969 y 1977 y su nombre está íntimamente ligado al fichaje, en 1972, de Cruyff, con quien el conjunto azulgrana conquistó la Liga la temporada 1973-74, tras catorce años de sequía.
El apellido Montal tiene una gran significación en la historia del barcelonismo, ya que Agustí Montal Costa era hijo de Agustí Montal Galobart, que también fue presidente de FC Barcelona de 1946 a 1952. De hecho, es el único caso en la historia de la entidad en que un padre y un hijo hayan sido presidentes.
Nacido en Barcelona el 5 de abril de 1934 en el seno de una familia de empresarios del textil, estudió hasta convertirse en ingeniero industrial.
En 1958 se casó con Anna Prat, con la que tuvo cuatro hijas y un hijo. En 1964 murió su padre y, con tan solo 30 años, se tuvo que hacer cargo de Industrial Montalfita, que fue el centro de su actividad empresarial hasta que la crisis de la industria textil la hizo cerrar en 1989.
Como barcelonista, Montal hijo había vivido de muy joven los éxitos del Barsa de las Cinco Copas, pero también la sequía de los años sesenta.
En 1968, Montal fue uno de los tres vicepresidentes del club en la junta de unidad que encabezaba Narcís de Carreras. Pero esa junta duró poco y, en diciembre de 1969, los pocos socios compromisarios que entonces podían elegir al presidente escogieron a Montal, que se impuso en las elecciones a Pere Batet por 126 votos a 112.
Con Cruyff sobre el césped, Agustí Montal lo tuvo fácil para revalidar el cargo en las elecciones de compromisarios de diciembre de 1973, cuando se impuso a Lluís Casacuberta por 902 a 340 votos.
Aquella temporada fue la más feliz para él como presidente del Bara, con el célebre 0-5 en el Santiago Bernabéu y la consecución del campeonato de Liga cinco jornadas antes del final.
Fue un revulsivo enorme para un equipo que hacía catorce años que no ganaba el título y que en el primer mandato de Montal sólo consiguió la Copa del Generalísimo de 1971 y la final de la Copa de Ferias del mismo año.
La presidencia de Montal se caracterizó también por su apoyo a las secciones del club y la construcción del Palau Blaugrana y la pista de hielo, inaugurados en octubre de 1971.
Durante su mandato, el club acentuó su catalanismo en los últimos años de Franco. Así, promovió un boletín del club que introdujo la lengua catalana, imprimió los carnés de socio en catalán y fue llamado al orden por el gobernador civil por utilizar el catalán en la megafonía del Camp Nou.
Hizo suyo el lema Més que un club, que utilizó en la campaña de reelección en 1973 y apoyó el I Encuentro de Peñas Barcelonistas. Bajo su mandato, se organizaron los actos del 75 aniversario, que identificó al club con el vanguardista cartel de Joan Miró y dejó como legado permanente de la entidad el Cant del Bara, compuesto con motivo de aquella conmemoración.
El mandato de Montal culminó durante la Transición, cuando propuso a la asamblea de socios en abril de 1977 la adhesión del FC Barcelona a la demanda del Estatuto de Autonomía de Cataluña, y recibió en el Camp Nou, seis meses después, al presidente de la Generalitat en el exilio, Josep Tarradellas.
Fiel al compromiso de no sobrepasar los ocho años en la presidencia, Montal dimitió en diciembre de 1977 y fue sustituido por su vicepresidente, Raimon Carrasco, que convocó elecciones unos meses más tarde.
Al dejar la presidencia, Montal continuó su trabajo en la industria textil y en otras instituciones. Formó parte del equipo directivo de la Caixa en diferentes cargos de 1982 a 1992, y también fue director general y presidente de Mutuam, así como de la Fundación Enciclopedia Catalana.
Su trayectoria en todos estos ámbitos lo hicieron merecedor de la Cruz de Sant Jordi, que le otorgó la Generalitat en 2004.