LIBERAL SIN NEO

La producción es el dato irreductible

Las penas con pan son buenas, reza el dicho. Un cínico corolario podría ser, sin pan no hay penas, porque la vida se extingue. Este corolario bien parece ser el modelo de desarrollo del país, donde se le apuesta a todo, menos a la actividad económica. Algunos analistas han manifestado que apostarle al crecimiento económico no funciona, ya que la economía ha crecido, pero esto no ha brindado resultado porque la riqueza se concentra y la pobreza se extiende. El culpable es ese diablo llamado neoliberalismo. La verdad es que en las últimas tres décadas y media, la economía ha crecido muy poco. Si la tasa promedio de crecimiento anual del PIB ha rondado 3.5% durante este período y le restamos la tasa de crecimiento promedio anual de la población de aproximadamente 2.5%, significa que el ingreso promedio de la población ha crecido a una tasa cercana al 1% anual. Este no es crecimiento, es miseria. Además, los promedios deben ser vistos con suspicacia, pues de ninguna manera es cierto que si yo me como dos pollos y tú ninguno, en promedio nos hemos comido uno cada uno.

Hay dos Guatemalas, la del mundo moderno, con todas sus ventajas, oportunidades y maravillas, y la más primitiva o atrasada, por falta de mejor palabra, que no tiene mayores oportunidades. Este es el grueso Nudo Gordiano —entendido como metáfora de un problema aparentemente insoluble— que causa honda ansiedad a todos los que nos preocupa la situación de Guatemala y la pobreza crónica que aflige a gran parte de la población. Es el problema que domina la discusión y el discurso, y colorea la profunda confrontación que caracteriza a muchas organizaciones que dicen buscar soluciones. Hay demasiada atención puesta en describir la pobreza y muy poca enfocada en cómo producir más y alcanzar el único verdadero remedio, que es la autosostenibilidad de la gran mayoría de las personas. Autosostenibilidad significa que las personas tienen la capacidad y oportunidad para valerse por sí mismas, por medio de su trabajo. ¿Hay otro remedio sostenible? No.

La producción, la creación de valor, es el dato irreductible; todo lo demás depende de él. Para progresar, es ineludible producir y crear más empleos bien remunerados, y esto solo puede ocurrir si hay más inversión. Lo que más necesita Guatemala es nueva inversión, en altas proporciones, y esto solo ocurrirá si las condiciones son apropiadas. Esto significa más empresas, pequeñas y medianas, que hasta los más intervencionistas dicen querer promover, y grandes, muy grandes, también. Este imperativo apunta a la necesidad de más empresarios. Este razonamiento parece muy simple, y ciertamente lo es, pero parece inalcanzable. La gran mayoría de esfuerzos, desde los razonados hasta los gritados, van en la dirección opuesta.

El Plan Nacional de Desarrollo, K'atun Guatemala 2032, presentado en 2014, es un ejemplo. El plan está repleto de aspiraciones políticamente correctas y románticas sobre cómo deberá estar Guatemala en el año 2032. Están las palabras claves como inclusión, sostenibilidad, ejes estratégicos, cambios estructurales, dinamismo, fortalecimiento institucional y diálogo, y detrás están las multilaterales de siempre, el BID, BM, PNUD, con sus respectivos expertos. Lo que no hay es una visión clara para que la economía crezca. Hay un papel protagónico para las municipalidades, comunidades y el diálogo, no así para el empresario. Puedo vaticinar, sin temor a equivocarme, que el K'atun Guatemala 2032 no va a deshacer el Nudo Gordiano. Hay que apostarle a crecer y no a las palabras clave de la corrección política.

fritzmthomas@gmail.com

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