El aumento de representantes del área —de 3.5 a 6.5— en el Mundial es un nuevo balde de agua fría, mientras que selecciones de menor tradición futbolística como Belice y Nicaragua —clasificada a la Copa Oro- ganan terreno.
La disputa generada en el seno de la Fedefut por la adopción de la reforma estatutaria de la Fifa, y que Honduras y Argentina lograron implementarla sin mayores complicaciones, fue el detonante de una lucha que está lejos de alcanzar una solución.
La actitud retadora de los 34 asambleístas, al no darle el voto de confianza al Comité de Regularización que impuso la Fifa, continúa abriendo esa herida, que ahora necesita de varios especialistas para sanar.
La Confederación Deportiva Autónoma de Guatemala (CDAG), el Congreso de la República y la Corte de Constitucionalidad son algunos de los poderes que deben alinearse para que se levante el castigo de la Fifa, que podría situarse en otro escenario más trágico.
“Está complicado el camino. Al no cumplir con los objetivos que planteó la Fifa, esta podría dictar una suspensión definitiva, como lo hizo con Kuwait hace dos años”, explicó Mario Monterrosa, secretario de la Unión Centroamericana de Futbol (Uncaf).
“Hay que esperar en qué Congreso la Fifa conocerá el caso de Guatemala. Es muy probable que los equipos no puedan participar en la próxima edición de la Liga de Campeones de la Concacaf, porque el plazo vence el 1 de mayo”, agregó el dirigente.
Antes, la Sub 17, Sub 20, mayor y de playa experimentaron una suspensión que ubica al futbol cerca del abismo.