Lo que no sabías del medallista olímpico.
• Su bebida favorita es el café guatemalteco.
• No come mariscos, prefiere el pollo y la carne de cerdo y extraña las tortillas.
• Le gusta aislarse y es de pocos amigos.
• Cuenta con patrocinadores fieles desde que empezó, como lacteos Valparaíso, Gatorade y pastelería Holandesa.
• Entre sus mejores amigos en el deporte, por admiración, están Juan Ignacio Maegli, Charles Fernández y Jorge Vega.
• En el 2008 vio la primera prueba de marcha.
• Al primer atleta que admiró es su actual entrenador, Paquillo Fernández.
• Después de los Olímpicos de Río 2016 pensó que Paquillo era la mejor opción para recuperar su nivel.
Su pequeño mundo
Lo que no sabías del medallista olímpico.
• Su bebida favorita es el café guatemalteco.
• No come mariscos, prefiere el pollo y la carne de cerdo y extraña las tortillas.
• Le gusta aislarse y es de pocos amigos.
• Cuenta con patrocinadores fieles desde que empezó, como lacteos Valparaíso, Gatorade y pastelería Holandesa.
• Entre sus mejores amigos en el deporte, por admiración, están Juan Ignacio Maegli, Charles Fernández y Jorge Vega.
• En el 2008 vio la primera prueba de marcha.
• Al primer atleta que admiró es su actual entrenador, Paquillo Fernández.
• Después de los Olímpicos de Río 2016 pensó que Paquillo era la mejor opción para recuperar su nivel.
Érick convive en el pequeño apartamento todos los días con Mirna Ortiz, su esposa, con quien comparte la infaltable taza de café, pan con jalea y yogur de las mañanas, previo a cada jornada de entrenamiento.
En Granada el trabajo empieza a las 9 horas —en Guatemala era a partir de las 6—, es menos tiempo que el que empleaba en el país, pero más intenso, de acuerdo con el marchista.
El trabajo de Érick Barrondo con su entrenador, Paquillo Fernández, está enfocado en mejorar no solo su tiempo, sino también la técnica. En la primera prueba del año, el medallista participó en 3 kilómetros, solamente, para analizar su evolución. “Fue un buen test el que se hizo, le falta trabajar, pero esa era la idea, analizar cómo está Érick”, aseguró Fernández después de la competencia.
El medallista asegura que se siente muy bien y que el haber elegido a Paquillo, como su entrenador es una de las mejores decisiones que ha tomado. Además confiesa que siempre lo consideró uno de los mejores marchistas del planeta. “Cuando me empezó a gustar la marcha, él —Fernández— fue al primero que observé, porque me gustaba
mucho cómo trabajaba, además era perseverante y entregado en su trabajo. Somos muy parecidos”, indicó Barrondo.
El medallista olímpico, además de los entrenamientos, aprovecha para descansar, pues desde el 2015 sufrió una lesión que le hizo bajar su nivel, el cual se reflejó en su participación de Río 2016. Compartió que ahora duerme mejor, siempre las ocho horas para recuperarse bien.
No ve televisión y no le gusta ir al cine.
La vida del marchista guatemalteco no ha variado tanto, sigue disfrutando el tiempo con su esposa y todos los días consulta en el calendario el camino que debe recorrer. Entre sus metas no solo está mejorar sus tiempos y su técnica, sino también superar a los seleccionados chinos que le han superado en los últimos Juegos Olímpicos —Londres 2012 y Río 2016—, así como disfrutar cada competencia que lo lleve al Mundial de Atletismo de Londres, la ciudad en la que lo conoció el mundo, pero también le robó un poco la paz.