En el bloqueo se observan pancartas donde exigen al gobierno que se involucre en el conflicto para que la industria eléctrica ya no afecte el río porque es el único recurso que los vecinos tienen para poder usar.
Carmen Méndez, vecina, indicó que no cuentan con agua potable y varias familias son afectadas con esta situación que inició desde hace dos años y a pesar de que ya han solicitado apoyo a las autoridades no han resuelto nada.
“Tenemos temor de que broten enfermedades en las comunidades, ya que algunos niños ya están padeciendo de enfermedades estomacales y en la piel, y es a causa de la contaminación del río, y por eso decidimos bloquear para que se nos escuche”, expresó Méndez.
Matías Cabrera, líder comunitario, indicó que “ya no aguatamos esta problemática” porque es un riesgo latente, ya que el agua se mantiene sucia y en algunas ocasiones cuando destapan las compuertas en la hidroeléctrica bajan correntadas de agua con lodo y se ha llevado baños de ropa y los niños se han salvado de ser arrastrados por la fuerza del afluente.
Luis López, otro poblador, expuso: “Es lamentable que las autoridades no hayan hecho nada para solucionar la situación a pesar que ya han denunciado en varias ocasiones lo ocurrido”.
Añadió: “Exigimos a las autoridades que intervengan porque somos al menos ocho mil familias las que estamos siendo perjudicadas, y si no nos dan una respuesta vamos a seguir con las medidas de hecho, porque no es justo que nos quiten este recurso natural”.
Ricardo Morales, delgado de medio ambiente y recurso naturales, indicó que le han dado seguimiento al este caso ya que los vecinos hicieron la denuncia el año pasado, y en ese entonces se hizo una inspección y se tomaron muestras del agua para análisis.
“Según la información que tenemos es que la hidroeléctrica está en fase de construcción y cuenta con la documentación y permisos legales, además está ubicada en jurisdicción de Quetzaltenango, sin embargo, estamos recopilando la documentación correspondiente para seguir con el proceso”, precisó