Nury, quien estaba en el hogar Princesas, relató que el maltrato que recibían por parte de las monitoras fue lo que originó el incidente que dejó al menos 41 niñas fallecidas, entre ellas su hermana mayor.
Comentó que el domingo, antes del incendio, se reunió con su hermana Iris por cuatro horas —tiempo que daban a las internas que tenían un familiar en el hogar—.
Agregó que ese día todo estuvo normal, pero fue el lunes por la tarde que se empezó a dar movimientos extraños por parte de otras internas.
Gloria Pérez, progenitora de las dos menores, indicó que en ningún momento ella accedió que sus hijas estuvieran en una casa hogar, ya que ellas vivían con otros familiares en Puerto Barrios, Izabal, quienes tomaron la decisión de internarlas, sin su consentimiento.
Recordó que su hija mayor era aplicada en el estudio, con ganas de salir adelante, y que su sueño era convertirse en una estilista profesional, aprender el idioma inglés y graduarse de bachiller.
Denuncia
En diciembre del 2015, la familia se trasladó de Sabanetas a la zona urbana de Sayaxché. Pero en mayo del año pasado Iris Yodenis denunció a su padre por agresión y abuso sexual. Luego de eso, estuvieron vivieron con otros familiares en Puerto Barrios.
Según la familia, las hermanas no tenían ni veinte días de estar internadas, cuando se originó el incendio.
La abuela Fidelina Pérez indicó que su nieta era alegre, educada y trabajadora, y que desde los 6 años jugaba con muñecas a las que le hacía diversidad de peinados.
Mario Bolaños, maestro de idioma inglés, en Sayaxché, comentó que las hermanas trabajaron en su residencia, y que por las tardes junto a la madre recibían clases.
Ahora Nury vive con su su madre y abuela en una humilde vivienda ubicada en Sabanetas.
Separarse de padres le afectó
El sueño de Yohana Desiré Cuy Urizar, de 15 años, era ser policía o formar parte de las filas del ejército.
Según conocidos, era una niña lista, atrevida y con futuro, pero comenzó a tener problemas cuando cumplió los 4 años, debido a la separación de sus padres, ya que quedó al cuidado de una abuela y una tía. Además afirmaron que la influencia de la tecnología y las redes sociales hizo que tuviera cambios en su actitud.
Al llegar a la adolescencia se convirtió en una joven rebelde, con frecuencia salía a la calle y se pelaba mucho una prima, ante tal situación la tía ya no quiso que se quedará más en la casa, y la Procuraduría General de la Nación se encargó de institucionalizarla en un hogar.
Huye de casa por abuso
Para Ana Rubidia Chocoj Chutá, la vida no fue fácil, ya que se vio obligada a huir de su casa, ubicada en la aldea San Antonio la Comunidad, en Joyabaj, Quiché.
Esto después de haber denunciado a su padre y un amigo de él, de haber abusado sexualmente de ella.
Luego de activar una alerta Alba Keneth fue ubicada por la Policía Nacional Civil y enviada al Hogar Seguro Virgen de la Asunción.
En dicho centro también estuvo por varios años su hermana mayor, quien al cumplir 18 años salió.
Según Santos Chocoj Morales, padre de la fallecida, la menor tenía siete meses de estar en esa casa hogar.