Cada año, miles de guatemaltecos se reúnen bajo un mismo objetivo, elaborar vistosas alfombras para el paso de los cortejos procesionales que se llevan a cabo durante las fiestas cuaresmales.
En esos días, la gente se dedica a recopilar los materiales necesarios, como el característico aserrín, frutas y flores como el corozo, , bugambilia, crisantemos, claveles y rosas.
Historia
Aunque no existe una fuente oficial que señale de dónde proviene esta tradición religiosa, muchos historiadores y escritos antiguos permiten orientar de mejor forma los inicios del alfombrado.
De acuerdo al historiador Celso Lara, en el extinto portal web cuaresmaysemanasanta.com, señaló que el alfombrado tiene dos fuentes sobre su origen, los cronistas españoles del siglo XVI y escritos indígenas.
Dichas fuentes aseguraban que, en la época de la conquista, señores y sacerdotes llevaban a cabo diversas ceremonias religiosas, en donde caminaban sobre alfombras hechas por flores, pino e incluso hojas de Quetzal.
Junto con el catolicismo, los españoles trajeron a América rituales propios del Cristianismo y manifestaciones externas de fe. Entre estas últimas figuras las alfombras con diseños como escudos, arabescos y filigrana. Además, echaron mano de productos tropicales propios como aserrín, tintes naturales, flores y frutos.
Lara señalaba en el sitio web que, otras tradiciones relacionadas con el alfombrado era el sembrado de plantas aromáticas, como preparativos para el paso de la procesión de Corpus Christi. En esa época, las alfombras también tenían sentido de tributo, sumisión, agradecimiento, vasallaje o ritual.
El perfeccionamiento vino con el tiempo, al punto de que llegaron a ser verdaderas obras de arte.
Significado
De acuerdo a la creencia popular, las personas que participan en el proceso de elaboración de una alfombra lo hacen como una muestra de agradecimiento por un favor que se les haya cumplido.
Además, la elaboración de una alfombra también significa un compromiso de la persona con su fe y devoción como católico. Se trata de una forma de dedicar tiempo y trabajo en favor a Dios.
La alfombra en la historia
Las alfombras o tapetes siempre han sido utilizadas como adornos en el suelo, las paredes y otros ambientes de casas, palacios o vías públicas. Sin embargo, el uso ceremonial es una mezcla de antropología, sociología, literatura e historia.
Antropológicamente hablando, el hombre utilizó las alfombras como una forma de protección de los pies y como una manifestación de que, por su condición de homínido está sobre la Tierra y la domina. Ninguna otra criatura, sobre todo mamífero, utiliza alfombras con ese sentido.
Desde el punto de vista sociológico, las alfombras cumplen funciones decorativas o de usos sociales, como las alfombras de bienvenida, las de la sala o las del dormitorio. De todos modos, siempre tienen las función de proteger los pies de la dureza o el frío del suelo.
La literatura utiliza la figura de la alfombra como un elemento cotidiano, de mercadeo y también mágico. Un ejemplo es la alfombra voladora; es decir, una cosa trivial y común convertida en metáfora. Este mismo sentido cotidiano o real hizo de las alfombras homenajes para los reyes, príncipes y nobles.