Miguel Rosales, administrador del cementerio, informó que varias bóvedas se encuentran en los límites del cementerio, que colinda con un barranco, y muchas de estas se encuentran a pocos metros del río Tacó.
Una vez que la compra del terreno se concrete se empezará a construir un muro perimetral para que la gente pueda comenzar a adquirir espacios en ese cementerio.
Añadió que muchas familias han optado por construir bóvedas de más de cinco nichos para aprovechar el espacio vertical y garantizar un lugar para el reposo de los restos de sus familiares.
Otro problema que afecta al cementerio es la constante acumulación de basura, ya que muchos de los adornos artificiales que las personas llevan cuando visitan las tumbas terminan en el suelo.
Rosales agregó que otras personas sin escrúpulos ingresan al cementerio para tirar basura en lugar de pagar el tren de aseo.
Comprarán terreno
José Humberto Orellana Penados, concejal tercero de Chiquimula, informó que la comuna ha agilizado el trámite para adquirir un terreno y construir un nuevo cementerio municipal en este año.
El nuevo camposanto se encontraría en la aldea El Ingeniero, a cinco minutos de la cabecera chiquimulteca, en la ruta a Zacapa.
“Una vez que la compra del terreno se concrete se empezará a construir un muro perimetral para que la gente pueda comenzar a adquirir espacios en ese cementerio, a través de trámites en la municipalidad”, comentó Orellana Penados.
Denys Roldán, ecologista chiquimulteco, aseguró que otra opción ante la sobrepoblación en el cementerio es la de cremación de los cuerpos. “Sería una opción viable si la comuna la analiza y así se evitaría también la contaminación del ambiente y arrebatar espacios que normalmente son usados por especies silvestres; sin embargo, en nuestra sociedad la cremación aún es tabú”, indicó.