De estas, 28 fueron la semana pasada y tres durante la presente semana.
Sin embargo aparte están las decenas de jóvenes y niños que trabajan en negocios informales o familiares tanto en comercio, en centros turísticos, en las procesiones, o en las carreteras ofreciendo productos. En algunas ocasiones acuden solos y en otras apoyan a algún familiar o conocido en las ventas.
Mientras las familias buscan hacerse de ingresos durante esta temporada, empresas impulsan sus productos, principalmente alimentos y bebidas, y otros productos de temporada para lo cual requieren más trabajadores para laborar en venta directa o en promociones.
Otra de las opciones son las procesiones, adelante o atrás del cortejo procesional cientos de vendedores ofrecen sus productos, entre ellos también participan menores de edad. Ofrecen alimentos y bebidas, o productos que adquieren para la temporada, otros se han dedicado a hacer manualidades de cartón, foamy, cera, cerámica y otros, para aprovechar la temporada y venderlos.
Según la legislación nacional la edad mínima para trabajar en Guatemala es de 14 años pero en el Código de Trabajo se establece que se permite el trabajo a menores de esa edad, en casos excepcionales, pero con autorización de l os padres ante el Ministerio de Trabajo. Para ello el empleador debe obtener autorización por escrito.
Aunque la realidad es muy diferente, ya que según datos de la la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi) del 2011 se registró que 850 mil 937 niños y adolescentes trabajaban en todo el país.
El problema es más visible en la capital, Huehuetenango es el departamento que concentra la mayor cantidad de niños y adolescentes trabajadores, según el dato oficial más reciente sobre ese flagelo.