El precio del pasaje del Metro es de 4 mil 600 Pesos colombianos —Q11.68—, ida y vuelta. Con el boleto se puede recorrer hasta seis municipios.
Las 63 estaciones están conectadas con las paradas de buses y estacionamientos de bicicletas.
Los pasajeros, sin importar género, saben que las personas de la tercera edad, madres con niños en brazos y los pequeños tienen prioridad en los asientos. “Alguien que ceda su asiento a la madre”, se escucha en los vagones.
El orden, la paciencia y seguridad son algunas características de las estaciones y del sistema.
Cuando el tren llega a la terminal los pasajeros esperan a que los viajeros bajen. Todos esperan detrás de una línea amarilla y hacen una fila ordenada para ingresar al transporte. Los trenes llegan a cada estación cada tres o cuatro minutos.
En los vagones los altoparlantes anuncian: “Cultura Metro, no olvides cuidar este transporte que es tuyo”. Las unidades no emiten gases tóxicos. Es un servicio que puede utilizar cualquier persona, sin importar tamaño o estado de salud.
Transmetro
Guatemala cuenta con el sistema Transmetro, que consta de buses con dos vagones. El costo del servicio es de Q1 y el pasajero debe escoger si utiliza una estación para el sur o el norte, ninguna se conecta.
El tiempo de espera es de cinco a 10 minutos y las personas hacen fila, pero ingresan al mismo tiempo que otros salen. En su interior los viajeros se quedan en las puertas de entrada, mientras la guía de la estación grita: “Córranse, hay espacio en medio”.
A pesar de que el sistema es eficiente, algunos pasajeros hacen que sea desordenado y problemático.
Según expertos, en el país el ciudadano no se siente identificado con su sistema de transporte, por eso no lo cuida y se convierte en una inversión mal habida.
Guatemala tendrá un mejor sistema de transporte cuando las autoridades y los ciudadanos tomen conciencia de que es un servicio vital para todos.