Arbeláez Sierra comentó que los urbanistas tienen que pensar en crear lugares donde las personas de distintas condiciones puedan vivir. “Una ciudad tiene que darle primicia al verde público, aprovechar las montañas, crear parques, tener áreas verdes”, expresó.
El experto considera que la buena ciudad permite a los niños y adultos ser felices. “Los alcaldes se olvidan de los niños y se enfocan en los adultos”, dijo. Por tal razón, “hay que entender la ciudad donde uno vive, trasplantar ejemplos no da resultados, hay que ser creativos. Hay que reducir los tiempos de transporte para conseguir una ciudad habitable”.
Afirmó: “Las ciudades se leen como los libros, cada una tiene su espíritu, su alma, su ADN; para tener una buena ciudad siempre hay que partir de ahí, de sus problemas, necesidades sin olvidar las tradiciones y sus ciudadanos”.