El Parque de la Amistad, ubicado en la frontera entre los dos países, fue nuevamente escenario de esta tradición que inició hace tres años y que ha continuado sin importar el cambio de gobierno federal en Estados Unidos.
“Fue algo muy bonito, muy emocionante”. María Mendoza, quien no veía a sus seres queridos desde hacía ocho años.
María de Lourdes Mendoza fue la primera en tener la oportunidad de abrazar por tres minutos a su hijo, madre y hermano, quienes residen en México.
“(Mi mayor deseo) es volver a abrazarlos, porque verlos u oirlos los puedo ver en una foto o escucharlos por el teléfono, pero abrazarlos quien sabe, solamente Dios”, dijo.
Las familias trataron de aprovechar al máximo los tres minutos que se les concedieron.