La decisión de renunciar al usufructo lo confirmó este viernes la directora del Hogar, Madre Inés Ayau, quien indicó que tienen un año de plazo para desocupar el edificio de acuerdo con lo legal.
Anunció que en Villa Nueva tienen una casa y un monasterio para trasladarse. Además, se espera que se les permita seguir con el cuidado de los 12 menores que tienen a su cargo.
Resaltó que al cambiarse del lugar y de no tener menores que albergar, se dedicarán a labores en beneficio de la comunidad. Según la religiosa, la decisión fue para evitar problemas.
Solicitud de devolución
En marzo último, la Procuraduría General de la Nación informó al Hogar de que el usufructo y la escritura pública de fecha 18 de diciembre de 1996, que se pretendía efectuar por medio del Acuerdo Gubernativo 340-96, no nacieron jurídicamente, por lo que no fueron registrados ni publicados.
Al consultarle a Ayau de que el Ejecutivo quiere el edifico para albergar a niños, respondió que ojalá no se le cause daños a la estructura, ya que, según ella, hace 20 años se invirtióUS$1 millón (Q7 millones 330 mil actuales) para reparar algunas áreas.
Añadió se desligan del alquiler de locales comerciales ubicados a un costado del recinto, cuyo alquiler estaba a cargo del Hogar.
“Si los juzgados de menores lo permiten, seguiremos ayudando a los 12 adolescentes con todos sus estudios, dándoles casa, comida sana, diversiones y amor de familia. Ellos están con nosotras desde bebés y las leyes nunca permitieron que fueran adoptados”, enfatizó la directora, por escrito.
Amparo parcial
El 25 de abril último, la Corte Suprema de Justicia amparó parcialmente al Hogar Rafael Ayau.
“Queridos amigos de los niños y las monjas, nos dieron un amparo provisional. No termina todo aquí, pero por el momento avanzamos. Seguimos la lucha por los niños más necesitados con fe en la resurrección de Jesucristo, quien ha vencido a la muerte y todo lo que implica y la rodea. Gracias por su apoyo incondicional”, detalló en esa ocasión la religiosa a través de un mensaje de texto.