“Llevo cuatro años cargando, le tengo mucha devoción a ella, sobre todo porque mi mamá cumple años este día”, refirió Mishel García.
“Yo siempre le rezo a la virgen de Fátima, me gusta venerarla y acompañarla en sus actividades todos los años y escuchar misa, donde le pido por el bienestar de mis hijos”, asegura María Petronila Cruz.
Su aparición
Hoy, hace cien años, en un paraje de la ciudad portuguesa de Fátima, llamado Cova da Iria, la Virgen de Fátima se le apareció por primera vez a los pequeños pastores Lucía Dos Santos, de 10 años, y Francisco y Jacinta Marto, de 9 y 7, respectivamente.
“Era una señora vestida toda de blanco, más brillante que el sol, irradiando una luz más clara e intensa que un vaso de cristal con agua cristalina. Su semblante era de una belleza indescriptible, ni triste ni alegre, tal vez con una suave expresión de ligera censura”, relataron los pequeños luego del encuentro.
“Vengo a pediros que volváis aquí durante seis meses seguidos, los días 13 y a esta misma hora, después os diré quién soy y lo que quiero, y volveré aquí aún una séptima vez”, les dijo la Virgen.
La Virgen les pidió que se construyera una capilla en el lugar de las apariciones. Este hermoso recinto es conocido como Santuario de Nuestra Señora del Rosario, con una explanada, que es visitado por 5 millones de personas al año, por los milagros que los feligreses le atribuyen a la imagen que ahí se venera.
Ayer, el papa Francisco visitó ese santuario y en la ceremonia de la bendición de las velas dijo: “En ella vemos que la humildad y la ternura no son virtudes de los débiles sino de los fuertes, que no necesitan maltratar a otros para sentirse importante. Y esa imagen de la justicia y ternura, de contemplar y caminar hacia los demás es lo que hace de la Virgen un modelo para la evangelización”.
En este espacio se presentan los 13 lugares de la peregrinación, según guatemaltecos que han hecho el viaje hasta el referido recinto, que está a 45 minutos en bus desde Lisboa, la capital.