“Cuando rematé supe que iba a ser gol. Fue un pase desde la izquierda de Roberto Carlos y no me lo pensé. La pegué con intuición y según la di supe que sería gol. Fue un golazo”, se atrevió a decir en esa timidez que todavía le acompaña en sus apariciones públicas.
La volea, que remató con la izquierda un balón del brasileño, es parte de la historia del fútbol y desbordó la alegría del Real Madrid y sus seguidores en el estadio Hamden Park de Glasgow, además de generar la admiración generalizada en todo el mundo.
Su actuación en aquella final, coronada con el golazo, convirtieron a Zidane en el mejor jugador del encuentro que fue el último de Vicente del Bosque como técnico madridista. Jugador y entrenador compartieron entonces la alegría por eso título y sin saberlo también compartían todavía un glorioso futuro en el futbol.
El gol de Zidane inundó portadas, negativos, vídeos, artículos de opinión y comentarios procedentes de todo el mundo, muchos de ellos de su país y de sus compañeros en la selección francesa, que ya habían iniciado la concentración previa al Mundial de Corea y Japón y esperaban la llegada del héroe de la novena.
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“Suntuoso”, “espléndido” o “fantástico” fueron parte de los calificativos que mereció el tanto de “Zizou”, que ese año sumó triplete con el Real Madrid al lograr la Liga de Campeones, la Supercopa de Europa y la Intercontinental.
Hoy, quince años después, Zidane dirige el entrenamiento del Real Madrid en Valdebebas. El equipo prepara el compromiso aplazado de liga contra el Celta, dentro de dos días en Balaídos, y el último del campeonato, el domingo 21 en La Rosaleda ante el Málaga.
En esos quince años transcurridos del golazo hasta hoy, el francés sumó su tercer premio como mejor jugador de la FIFA (2003), se retiró en el Mundial de Alemania 2006 y luego regresó al Real Madrid como consejero del club (2009), para ser después segundo entrenador del italiano Carlo Anchelotti, técnico del Castilla y desde el año pasado entrenador del primer equipo.
En su debut en ese papel repitió, con traje de técnico, el triplete de 2002, Liga de Campeones, Supercopa de Europa y Mundial de Clubes. Esta semana puede lograr el título liguero antes de que el Real Madrid intente ganar su duodécima Copa de Europa el 3 de junio frente al otro club de su vida, el Juventus de Turín en Cardiff.