Con voz entrecortada, Argueta relata que fue doloroso ver el sufrimiento de su hija; pero, resalta que la enfermedad no dominó su actitud positiva y juntas superaron la situación.
Recuerda que la enfermedad de su hija comenzó en febrero del 2010. Sufrió mareos y fiebres, un médico le indicó que se trataba de un virus, luego su peso no aumentó y le aparecieron moretones en el cuerpo.
La preocupación de la madre creció luego de que Meilyn sufrió una afección visible en la piel, lo que indicaba que sus plaquetas estaban bajas. Además, sufrió hemorragias, por lo que un médico le recomendó que la llevara al Hospital Roosevelt, donde se le diagnosticó leucemia.
Días difíciles
“Cuando me enteré, una señora me dijo que me recostara en su hombro y me dijo ‘llora mija, te esperan días difíciles’”, relata la madre.
Recuerda que las esperanzas de vida para su hija eran del 40 por ciento, ya que padecía leucemia mieloide aguda.
Para combatir el padecimiento, la niña fue sometida a tratamientos en la Unidad Nacional de Oncología Pediátrica.
Los problemas aumentaban para Argueta, ya que su economía se tornó difícil. Además, su hijo fue declarado con desnutrición severa.
Ocultaba su dolor
“Fue algo devastador y me preguntaba por qué a mis hijos. Una noche le dije a Dios que no podía más”, expresa.
Por un momento la madre queda callada y luego de un fuerte respiro, manifiesta que le pidió fuerzas a Dios. Ocultaba su dolor y le sonría y le daba ánimo a Meilyn, quien actualmente tiene 14 años y cursa segundo básico.
Cuando me enteré (que la niña leucemia), una señora me dijo que me recostara en su hombro y me dijo ‘llora mija, te esperan días difíciles’.
“Ingresé viva a mi hija y viva la voy a sacar. Me considero una mujer valiente; además, me ayudó la perseverancia”, expresa la madre, quien indicó que luego de las quimioterapias, su hija fue sometida a otros tratamientos y en el 2016 fue declarada sobreviviente de cáncer.
Resalta que para salir adelante trató de mostrarle un mundo diferente a su hija.
Tener paciencia
Al preguntarle respecto de qué consejo brinda a los padres de familia que tienen un hijo con esta enfermedad, Argueta pide que no pierdan la fe, que se aferren a que Dios todo lo puede. “Luchen, perseveren, tengan paciencia, nunca se den por vencidos. Después de la lucha que tuve, me di cuenta de que valieron la pena los desvelos”, expresa.
“No estamos solos. Las familias se deben unir, que les den vida a sus hijos, que sus niños nunca los vean derrotados, ya que con la ayuda de Dios todo es posible y mientras hay vida hay esperanza”, asegura.
Añade que como madre motiva a los niños enfermos a que luchen, que está en ellos decir “yo puedo y quiero vivir”.
Superar adversidad
- A 80 quimioterapias fue sometida Meilyn Marina Echeverría, para contrarrestar la leucemia.
- Meilyn ha sido destacada en sus estudios y ha ganado medallas y trofeos por sus altas calificaciones.
- Le gusta cantar y también practica futbol.
- Uno de sus objetivos es graduarse de médico