El trágico hecho se registró la noche del domingo en la colonia Los Pinos en la cabecera departamental de Jalapa, y trascendió luego de que fueran alertados los bomberos que trasladaron a Kenderly al centro asistencial.
La adolescente murió a las horas, y según las estadísticas, en estos casos nadie ha sobrevivido al potente veneno de estas pastillas que son utilizadas para combatir las plagas en los silos donde se almacena el maíz.
Hernández Cruz dijo a la Policía Nacional Civil y al personal médico del hospital que ella tiene un puesto de venta de manías en el mercado municipal y que al llegar de trabajo a su casa se percató que su hija se retorcía por los fuertes dolores al momento en que el veneno comenzaba a hacer efecto.
Dora Cruz, abuela de la menor, indicó que antes de ingerir el veneno su nieta escribió un mensaje en el que le deseaba a su enamorado “que fuera muy feliz”. Se trata de un hombre de 26 años.
“Supimos que estaba ilusionada por un hombre mucho mayor que ella que la enamoraba, esa persona tiene 26 años y no sabemos cómo esta niña pudo haberse fijado en un hombre tan mayor, pero supimos que supuestamente había sido él quien le dijo que no podía seguir con ella porque era mayor y que esperaran más tiempo, pero ella no lo aceptó y tomó esta decisión que nos duele mucho”, dijo la abuela.
Agregó que la menor cursaba el 5o primaria en la Escuela Oficial Rural Mixta de la aldea Llano Grande en la cabecera departamental.
“En primer lugar no es edad en que esta niña esté pensando en un novio, sino que debe enfocarse en sus estudios, por aparte los padres de ella deben estar al tanto de lo que hace y tener mayor cuidado de sus hijos”, dijo la psicóloga clínica Patricia Téllez.
“Es vergonzoso y penoso que estos niños tengan acceso a este tipo de productos agrícolas y que estén a la mano de un niño o un adolescente, por lo que es bueno que exista una ley que regule la venta de estos productos y tener un mayor control y evitar esto”.
Agregó: “Es vergonzoso y penoso que estos niños tengan acceso a este tipo de productos agrícolas y que estén a la mano de un niño o un adolescente, por lo que es bueno que exista una ley que regule la venta de estos productos y tener un mayor control y evitar esto”.
Médicos que han atendido este tipo de casos indican que al momento de consumir estas pastillas el desenlace siempre es trágico, a los pacientes se les da una hora de tiempo aproximado para su deceso, aunque ha habido casos en donde las personas tardan unas horas más con vida pero mueren.
Cecilia Aguirre, auxiliar de la Procuraduría de Derechos Humanos, dijo que según los registros que tienen del 2015 al 2016 hubo 56 caso de suicidios en niños y adolescentes y en el presente año van 10 casos.
No existe ningún control regulado por ley o disposición oficial para que en los agroservicios donde se puede comprar este producto. El propietario de uno de estos negocios, indicó que ellos observan el comportamiento de las personas que llegan a comprar estas pastillas, y cuando ven alguna actitud sospechosa no la venden.
