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La familia vivía en Indianápolis y fue acusada por abandonar a su hija adoptiva y mudarse a Canadá en 2013, pero en realidad estaban huyendo de ella. “Se paraba a vernos en medio de la noche, no podías irte a dormir. Tuvimos que poner todos los objetos afilados”, ha dicho Kristine a medios locales.
Cuando empezaron a sospechar del estado de salud de su hija, de nombre Natali, los padres la llevaron donde un especialista. Ahí fue cuando ella confesó que no tenía 9 años sino 18.
La mujer padecía de una displacia espondiloepifisaria congénita, que da lugar a un trastorno de los huesos en crecimiento que deja a las personas con una talla pequeña.
Luego se estableció que había nacido en 1988 y que era originaria de Ucrania, donde alteraron su acta de nacimiento.
Una carta médica también la describe como una mujer adulta con signos evidentes en dientes, cabello, desarrollo sexual, ciclo menstrual y trastorno de personalidad sociópata diagnosticado
La mujer contó que en una ocasión vio a su hija poner una especie de químico a su café y al preguntarle qué estaba haciendo, ella le dijo “estoy tratando de envenenarte”.
Fue hasta un año después de huir de su hija adoptiva, cuando la policía del condado se percató que la mujer, que aparentaba ser una niña, estaba abandonada. En ese momento ella les contó que sus padres adoptivos la habían abandonado.
En ese momento inició el proceso judicial en contra de los Barnett por abandono infantil. La pareja que ahora está divorciada logró salir con libertad bajo fianza al pagar US$5 mil, sin embargo, el caso continúa su curso para establecer qué pasará con la mujer que cometió fraude continuado y amenazas.