Cada año los diagnósticos de cáncer de piel van en aumento, y este es uno de los tres tipos de cáncer más común en el mundo.
Esta afección es una formación maligna de células de la piel que pueden o no reproducirse y expandirse a otros órganos del cuerpo. Estas células son distintas a las otras, ya que su “núcleo” está dañado —ya no obedecen al orden natural—.
Recientemente, investigadores de Mayo Clinic presentaron los resultados de un estudio que compara los diagnósticos de carcinoma de células basales y de carcinoma de células escamosas entre los años 2000 a 2010. El carcinoma de células escamosas aumentó en 263 por ciento y el de las células basales en 145 por ciento.
En el mundo, las mujeres de 30 a 49 años presentan el mayor aumento en el diagnóstico de carcinomas basales y las mujeres de 40 a 59 y 70 a 79 el mayor aumento en carcinoma de células escamosas.
Qué significan
La dermatóloga Edith Tobías explica que hay tres principales clasificaciones de cáncer de piel: de células basales, escamoso y melanoma.
El de células basales representa el 80% de los casos de cáncer en la piel. Este no causa metástasis —propagación del cáncer—, por lo que con una extracción quirúrgica o cirugía se controla. Se desarrolla en las células que se dividen constantemente para reemplazar las células escamosas que se desprenden de la piel. Con el tiempo se convierten en escamosas.
Una persona puede ser más propensa a desarrollar esta enfermedad si tiene piel clara, cabello rubio o rojizo, sobreexposición a rayos X o una exposición diaria al sol por tiempo prolongado.
El escamoso es el segundo más común, con un 10 a 15% de los casos. Ataca las células planas en la parte externa de la epidermis. Este sí causa metástasis, por lo que algunas veces el tratamiento incluye quimioterapia o radioterapia.
Si se detecta en una etapa temprana, con la extracción es suficiente. En casos específicos este cáncer se propaga a los ganglios linfáticos u otras partes del cuerpo y será necesaria la radioterapia, quimioterapia o ambas.
Melanoma: aproximadamente es el uno por ciento de los casos. Se origina en los melanocitos, las células que producen el pigmento de la piel, la melanina. Esta coloración ayuda a detener los efectos nocivos del sol en capas más profundas.
Este es el tipo de cáncer de piel más temible, ya que la esperanza de vida sin tratamiento es solo del 20%. Crece rápidamente y puede infectar otras áreas del cuerpo.
Usualmente aparece en el pecho, espalda, piernas, cuello y rostro. La Asociación Estadounidense de Cáncer señala que cualquier persona puede desarrollar este tipo de afección en las palmas de las manos, plantas de los pies y debajo de las uñas.
Tratamiento
El cáncer de piel se puede eliminar en las primeras etapas. Es esencial que se haga una revisión al menos tres veces al año.
Entre los tratamientos para eliminar las lesiones de la piel está la cirugía que extrae el área afectada. En el Instituto Nacional de Cancerología (Incan) una cirugía puede costar entre Q3 mil y Q4 mil.
La criocirugía se utiliza para el cáncer en células escamosas en las etapas iniciales. Consiste en congelar el área afectada para luego extraerla. Es ideal para pacientes que no pueden someterse a cirugía.
La radioterapia y quimioterapia se utilizan cuando el cáncer se ha extendido a otras partes del cuerpo. El cirujano oncólogo del Incan, Walter García, explica que el tratamiento dependerá del cuadro clínico de cada paciente. El experto indica que usualmente tarda tres a cuatro semanas en sesiones de lunes a viernes. El costo de estos tratamientos puede ascender a Q3 mil por ciclo de quimioterapia, y Q9 mil por radioterapia.
Prevención
El cáncer de piel es prevenible en la mayoría de los casos, excluyendo los que surgen por genética. Utilizar protector solar es la mejor forma de prevención.
Se debe evitar la exposición directa al sol entre las 10 y 15 horas, ya que son los momentos en que la radiación es más fuerte, y por ende más dañina.
La radiación solar, específicamente los rayos UVA y UVB, son capaces de producir mutaciones en el material genético de las células de la epidermis e impedir su reparación, lo que inicia la formación del cáncer en la piel.
Otra forma de prevenir el cáncer de piel es mediante las vitaminas y antioxidantes. García comenta que estos protegen mejor la piel. Los suplementos alimenticios con estas propiedades pueden ser de gran ayuda, así como consumir buenas porciones de vegetales verdes, que son ricos en antioxidantes.