ESCENARIO DE VIDA
Defensor del pueblo en el PDH
A mis queridos lectores les pido que presten mucha atención a la elección del nuevo Procurador de los Derechos Humanos. Hay quienes se preguntarán por qué es este acontecimiento tan transcendental, y me atrevo a decir que lo es porque si se elige un buen procurador, honesto, límpido, respetable, transparente, conocedor del tema y con calidad moral, se disminuirán las constantes violaciones a los derechos humanos que nos agobian a todos. Sin embargo, si se elige a un mal procurador que esté vinculado de alguna forma con el crimen organizado, o con partidos políticos, agravaremos la situación y alzaremos los niveles de conflictividad y desorden de forma exponencial en todo el país.
Muchos se preguntarán si contamos con candidatos idóneos que puedan ponerse el tacuche de “defensor del pueblo”. Hay que estar atentos para repudiar lo que veamos como manipulación durante esta elección, y por ende, suficiente supervisión para que se elija a alguien sin tachas. Debe ser un profesional, lo suficientemente valiente para sobrellevar los retos del cargo.
Un “Magistrado de Conciencia” es alguien que no lleva ataduras con nadie, que es firme, con ideales, completamente independiente, con mucha determinación y, en especial, un líder. Por ello es imprescindible analizar la currícula de cada uno y según las tablas de gradación, que se les evalúe no solo por sus méritos académicos, o profesionales, sino por su calidad moral y transparencia en su trayectoria. El próximo Ombudsman debe velar por los derechos humanos de todos sin distinción, y batallar donde persiste la injusticia, las desigualdades sociales y la impunidad.
Recordemos que la Procuraduría de los Derechos Humanos es, de hecho, una de las más importantes instituciones del país que contribuyen a mejorar la democracia y a que se optimice el acceso a la justicia. Sin velar por la transparencia y sin erradicar la corrupción, el mandato no tiene sentido y la institución puede convertirse en una entidad apetecible para que algunos sectores le manipulen. Este detalle es sumamente importante de considerar, ya que quienes promueven la impunidad y el odio están al asecho y dispuestos a invertir altas cantidades de dinero para evitar que llegue un candidato idóneo y honesto a asumir el cargo.
Cuando el Congreso esté listo para conocer la terna que emane de la Comisión de Derechos Humanos de ese alto organismo, veremos claramente el camino trazado. Lastimosamente, en estos momentos el proceso de elección ha sido detenido debido a acciones legales, y ahora solo es cuestión de espera de que no haya presiones de parte de algunos diputados vinculados con poderes oscuros. De otra forma, la PDH podría convertirse en un instrumento al servicio del crimen organizado y le haría contrapeso al Ministerio Público y a la Cicig en su lucha a favor de la justicia y la transparencia.
Es obvio que muchos candidatos deben estar haciendo lobby con los diputados, y hasta con los medios de comunicación, buscando influenciar a quienes puedan. No obstante, tengo la esperanza de que esta vez los expedientes serán cuidadosamente revisados y que no habrá invención para crear “tachas falsas” hacia aquellos que sí poseen grandes méritos, u obviando las verdaderas “tachas” de quienes no se merecen estar allí.
Esta vez, amigos lectores, no permitamos que nos engañen con falsas formas de elegir a quien merece ser el nuevo Ombudsman. Seamos diligentes en estar al tanto y denunciar lo que veamos anómalo. El favoritismo no debe reinar, porque el proceso debe cumplirse a cabalidad. Debe haber una real selección de profesionales idóneos que quepan en el tacuche que amerita el cargo.
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