Pero “varias anomalías se produjeron en el pilotaje del cohete y la misión de lanzamiento fracasó”, indicó poco después la agencia de noticias estatal Xinhua.
Se llevará a cabo una “investigación (…) para analizar los motivos del fallo”, añadió esa fuente.
El lanzador Larga Marcha 5 Y2, que puede transportar hasta 25 toneladas, trasportaba el satélite de comunicación experimental Shijian-18 (7,5 toneladas) para colocarlo en órbita.
El objetivo del satélite era mejorar el acceso a internet y la recepción de canales de televisión en el conjunto del territorio chino.
El país asiático lanzó en noviembre de 2016, desde la misma base espacial, su primer cohete Larga Marcha 5, presentado entonces como el lanzador más potente de la historia de China.
El fracaso del lanzamiento de este domingo supone un inusual contratiempo en el ambicioso programa aeroespacial chino, en el que el régimen comunista ha invertido miles de millones de dólares para intentar reducir su retraso respecto a Europa y Estados Unidos.
Pekín considera la conquista del espacio, coordinada por el ejército, como un símbolo de la nueva potencia del país dirigido por el Partido Comunista.