“Si guardé en secreto mi vida íntima todos estos años es porque tuve razones para ello, yo creo que evidentes, y por las que no tuve una imagen pública desde el final de mi carrera. Sin embargo es agradable comprobar que los tiempos han cambiado, cuando 10 años atrás mi familia, mis amigos y yo éramos objeto de miradas arcaicas y de prejuicios de algunas personas y de páginas en los periódicos”, añadió Philippa York.
Su cambio de sexo se une el del decatleta estadounidense Bruce Jenner, campeón olímpico en 1976, transformado en Caitlyn en 2015, a la edad de 66 años.
Segundo en Vuelta a España
“Sé que soy diferente desde los cinco años, pero me llevó un tiempo asimilar esta diferencia y saber convivir con ella. Afortunadamente, las cuestiones relativas a la identidad sexual ya no sufren más ignorancia e intolerancia, hay una mayor aceptación, una mayor comprensión”, se felicitó Philippa.
Millar nació en el seno de una familia modesta en Glasgow y se convirtió en corredor profesional a fuerza de realizar en bicicleta sus desplazamientos cotidianos.
Tres veces campeón de Gran Bretaña (1978, 1979, 1995), conquistó cinco etapas en las tres grandes vueltas, tres de ellas en el Tour, donde se llevó el maillot a lunares de la montaña y fue cuarto en la general.
Sus complicadas relaciones con sus compañeros y las alianzas entre equipos le impidieron conquistar en 1985 la Vuelta a España, que finalizó en el segundo cajón del podio, y en la que vestía el maillot de líder a dos días del final.
Ciclismo “más reticente al cambio
El cambio de sexo del escocés no sorprendió entre el ciclismo internacional. “Era un rumor del que estábamos al tanto desde hace varios años”, confirmó Pascal Lance, excompañero de equipo de Millar. “Después le perdimos la pista ni no lo volvimos a ver en el Tour ni en otras carreras”, añadió.
Millar se retiró profesionalmente en 1995, a los 37 años. “Aprovecho esta ocasión para dar las gracias a las diferentes organizaciones que conocían el secreto pero lo guardaron”, prosiguió.
Retirado de un pelotón que fue conocedor de su orientación, York se dedicó a analizar carreras para diferentes medios.
“Para este Tour de Francia, se me invitó a trabajar con ITV4 para aportar a los comentaristas mis contribuciones (…) es una perspectiva muy excitante”, comienza la crónica de Philippa York, justo debajo de una foto que la muestra sonriente con su melena pelirroja.
“En general el deporte ha quedado rezagado con sus actitudes respecto a la homosexualidad, y en ese contexto el ciclismo ha sido uno de los deportes más reticentes al cambio”, explicó York, consciente de que su paso al frente contribuirá a que está situación mejore.