La prueba consistía en qué tan tolerante era el artista, para ver si era capaz de aguantar que su espacio fuera ocupado por otros.
Dicen que a J. Balvin se enteró de lo que le iban a hacer, así que llegó al camerino acompañado de su séquito, y de inmediato pidió que lo desalojaran los intrusos. Los gemelos le preguntaron si él era el intérprete del tema de Luis Fonsi Despacito.
Entonces, el colombiano llamó a su asistente, de gran físico: “¡Turbo!”, y le ordenó que los sacara. Hubo discusión. Conato de pelea. “¡Sacalos, pero de una vez!”, insistía J. Balvin.
Solo cuando ya los bromistas salieron del camerino se supo la verdad. “Pensaban que era una broma para J. Balvin, pero fue una broma para ustedes”, dijo un acompañante del artista. Todo el drama terminó en abrazos.