Desde pequeño llegó a dominar el inglés, francés y latín. Estudió en la Escuela de Cadetes, donde se graduó de subteniente de artillería. Al ser militar, en 1827 participó en la batalla de Milingo, para oponerse a las tropas de Francisco Morazán, donde cayó como prisionero junto a Miguel García Granados, quien se convertiría en presidente de Guatemala de 1871 a 1873.
Regresó a Guatemala en 1830. El 14 de diciembre de 1835 se graduó de ingeniero topógrafo.
Entre sus obras destaca el poema Yo pienso en ti, que fue escrito entre 1838 y 1839, después de que regresara de Nicaragua, donde trabajaba como ingeniero auxiliar en el que sería el Canal de Panamá. En este viaje murió su hermano mayor, Juan.
Devastado, regresó a Guatemala, donde su tristeza se acrecentó al enterarse de que su amada, Luisa Meany, por presión de su madre, se había casado con Francisco Pineda.
Perteneció a la generación de la escuela romántica. Otras de sus conocidas obras son Tradiciones de Guatemala, Tres cuentos alegres y picantes escritos en verso, San Juan, María y Al Volcán de Agua. Falleció el 9 de julio de 1844, a los 35 años.
Su poema cumbre fue leído por guatemaltecos, a solicitud de Prensa Libre.
Yo pienso en ti, tú vives en mi mente
sola, fija, sin tregua, a toda hora,
aunque tal vez el rostro diferente
no deje reflejar sobre mi frente
la llama que en silencio me devora.
En mi lóbrega y yerta fantasía
brilla tu imagen apacible y pura,
como el rayo de luz que el sol envía
a través de una bóveda sombría
al roto mármol de una sepultura.
Callado, inerte, en estupor profundo,
mi corazón se embarga y se enajena,
y allá en su centro vibra moribundo
cuando entre el vano estrépito del mundo
la melodía de tu nombre suena.
Sin lucha, sin afán y sin lamento,
sin agitarme en ciego frenesí,
sin proferir un solo, un leve acento,
las largas horas de la noche cuento
y pienso en ti.