“El modelo económico se transiciona casi solo cuando suceden dos factores. El primero cuando existe una fuerte inversión en capital humano cuando se logra una mejora de escolaridad y salud”, señaló.
Explicó que una vez existan esas mejoras de condiciones, la población joven tendrá mejores ingresos y por lo tanto una mejor calidad de empleo, que provocará mejor inversión en infraestructura, carreteras, sistemas eléctricos y producción de bienes y servicios.
“Nos interesa que la nueva generación de jóvenes esté mejor calificada y educada, que ya no se dedique al corte de caña o café”, afirmó el comisionado. El modelo, recoge las experiencias históricas de Corea del Sur, Irlanda y Singapur, quienes invirtieron en las tres áreas sociales y que hoy son potencias económicas.
Qué incluye
Para el 2030, y en adelante, según la Agenda Nacional de Competitividad, cada año se integrarán 600 mil nuevos jóvenes a la fuerza laboral.
La agenda identifica a 25 clústeres —sectores— que agrupados comprenderían el 85% de la producción.
Las actividades que más peso tendrían son agricultura, ganadería, silvicultura y pesca, industria manufacturera, servicios, recursos naturales y construcción.
El esquema comprende que los clústeres, más las prioridades de inversión social, generarían una mejor productividad y por lo tanto un mejor crecimiento económico y mejor recaudación tributaria, que retornaría a inversión social.
La política estaría de la mano con la los territorios, así como el K’atún 2032, la política económica 2016-2021 y la propuesta Mejoremos Guatemala, de la Fundación para el Desarrollo.