Del total de salvadoreños, guatemaltecos y hondureños retornados en el citado lapso, el 50,2 % vino desde México, el 49,6 % de los Estados Unidos y el 0.2 % de otros paiíses no especificados por el ente.
El país que vio una mayor reducción en las deportaciones fue El Salvador, que recibió un 37.4 % menos de inmigrantes, seguido de Guatemala, con una baja de 33.5 %, y a la zaga Honduras, con una caída del 29.6 %.
El oficial de información de la OIM para estos tres países, David Morales, dijo en rueda de prensa que entre las causas que han propiciado esta caída está la disminución del número de centroamericanos tratando de llegar a Estados Unidos.
Explicó que esta baja se puede explicar por los cambios en “algunas políticas públicas” en estos tres países que “pueden haber ocasionado la mejora en algunas condiciones” de vida y por los cambios migratorios en Estados Unidos bajo el mandato de Trump.
Añadió que el discurso antimigrante de Trump ha llevado a las familias con deseos o necesidad de ingresar al país norteamericano a “esperar” o “posponer” su partida.
El Triángulo Norte de Centroamérica y Estados Unidos ejecutan el plan Alianza para la Prosperidad, acordado en el 2014 tras la llegada masiva de miles de menores migrantes no acompañados al país norteamericano, con el que buscan frenar los flujos migratorios irregulares.