Malloy dijo que los esfuerzos del gobierno para deportar a Chavarría muestran que el presidente Donald Trump no está siendo honesto cuando dice que sus políticas de deportación están enfocadas en “las personas malas”.
“Estoy aquí para decir que este caso en particular es mal acto, pero también me preocupa de que el mayor daño es cuando al pueblo estadounidense se le miente sobre lo que su gobierno está haciendo”, dijo a reporteros tras salir del templo.
“Si todo lo que sé hasta ahora sobre este caso en particular es cierto, entonces nos están mintiendo sobre este caso y aparentemente otros casos, también”.
Chavarría tiene cuatro hijos estadounidenses de entre nueve y 21 años y ha vivido en Estados Unidos durante 24 años.
Khaalid Walls, portavoz del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas, ICE por sus siglas en inglés, dijo en un mensaje electrónico que un juez le dijo a Chavarría en 1998 que podía abandonar el país de manera voluntaria pero ella no lo hizo. Agregó que al año siguiente se le emitió una orden final de deportación. En el 2010, la agencia suspendió su deportación por un año por razones humanitarias, añadió.
Desde entonces, Chavarría ha ido con el ICE cada año y le han sobreseído el caso, hasta junio, cuando le ordenaron que regresara Guatemala para el jueves.
“Ella no se fue tal como se le ordenó, ella actualmente es una prófuga del ICE”, dijo Walls.