Unas cifras que “superan las perspectivas” a la baja que marcan el crecimiento global y el resto de países de América Latina y El Caribe.
Las condiciones internacionales han contribuido a una reducción progresiva del déficit comercial extrarregional, asociado con un repunte de las exportaciones a mercados tradicionales como los Estados Unidos, la Unión Europea y México, el incremento de las remesas familiares, el superávit en la cuenta de servicios y una moderación del déficit en la cuenta de bienes.
Y esto se une al “desempeño moderado” en los índices aplicados al entorno de negocios, entre los que se cuentan el Doing Business del Banco Mundial y el Índice de Competitividad Global del Foro Económico Mundial, entre otros.
Para mejorar el desempeño regional, el informe destaca que se deben seguir priorizando las acciones por reducir los costes logísticos asociados al transporte de bienes y mercancías en materia de competitividad.
En cuánto a las perspectivas, advierte que aunque el crecimiento económico de la región enfrenta “un panorama positivo”, hay “riesgos a la baja” por una posible materialización de nuevas políticas monetarias y comerciales en los Estados Unidos, que es el principal socio comercial de la región,y que podría tener un impacto significativo en remesas o el comercio exterior.
Como riesgo al alza, en lo que va de año se ha experimentado ya “una recuperación del comercio que refleja la recuperación de los principales socios comerciales de la región y la demanda externa por las exportaciones regionales”.
En materia fiscal, los esfuerzos de la mayoría de los países de Centroamérica se centraron en frenar el déficit fiscal a través de políticas de austeridad “quedando pendientes reformas tributarias encaminadas a mejorar la carga tributaria de la región”.
“Esta posición de vulnerabilidad fiscal ha generado persistencia en el aumento de la deuda pública regional; desmejorado así, la evaluación de las empresas calificadoras de riesgo a nivel internacional para la mayor parte de los países centroamericanos”, apunta el documento.
Por último, en relación con la facilidad para hacer negocios en la región, hay “un estancamiento en el periodo reciente relacionado con las reformas necesarias para reducir la tramitología para abrir una empresa y el costo del cumplimiento transfronterizo”.
Esto, aunado a los bajos niveles de innovación científica, educación y tecnología, han afectado el “posicionamiento de la región en materia de competitividad”.