Las palabras de Trump fueron bien recibidas por la ultraderecha estadounidense y el histórico dirigente del Ku Klux Klan David Duke alabó al presidente por “decir la verdad” sobre lo sucedido en Charlottesville y condenar a los “terroristas de izquierda”.
Importantes dirigentes del Partido Republicano criticaron al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por culpar a “los dos bandos” de la violencia del fin de semana en Charlottesville (Virginia), donde un neonazi asesinó a una mujer cuando protestaba por la marcha racista.
El presidente del Congreso y tercera autoridad del país, Paul Ryan, criticó la “ambigüedad moral” en este conflicto.
“Debemos ser claros. El supremacismo blanco es repulsivo. Este fanatismo es contrario a todo lo que este país representa. No puede haber ambigüedad moral”, dijo Ryan en su cuenta de Twitter.
Por su lado, el veterano senador John McCain rechazó poner en el mismo saco a neonazis y antifascistas, tal y como ha hecho Trump.
“No hay equivalencia moral entre racistas y estadounidenses en pie para desafiar el odio y la intolerancia. El presidente de Estados Unidos debería decirlo”, dijo McCain también en Twitter.
El gobernador de Ohio y exrival de Trump en las primarias, John Kasich, dijo como McCain que no hay equivalencia posible entre los dos grupos: “No hay equivalente moral a los simpatizantes nazis. No puede haber lugar en EE. UU., ni en el Partido Republicano, para el racismo, antisemitismo, odio o nacionalismo blanco. Punto”.
El sábado en Charlottesville un neonazi mató a una mujer que participaba en una manifestación antirracista en rechazo al racismo de blanco.