El Dade Country Auditorium, en Miami, es el recinto donde se está realizando el homenaje y en el cual están reunidos cantantes y familiares de José José, pero también público, ya que las puertas están abiertas para todos los que deseen despedirse de la estrella mexicana.
Esta actividad es importante, pues después se espera que los restos del cantante sean trasladados a México, donde seguirán las actividades para despedir al intérprete de El triste.
Los familiares han evitado las preguntas de la prensa sobre el destino final de los restos de José José, cuya voz privilegiada marcó un hito en la cultura popular mexicana y de varios países latinoamericanos.
Su tercera esposa, la cubana Sara Salazar, respondió afirmativamente a un reportero del canal hispano Telemundo que le preguntaba, mientras ella se subía al carro fúnebre, si los restos serán enviados a México para que “El príncipe de la canción” sea homenajeado en casa.
No obstante, un amigo de la familia dijo este viernes que, independientemente del homenaje que se celebre en México, los restos serán sepultados en Miami.
El Canal Univisión está haciendo una transmisión en vivo, la cual también se puede ver acá:
Detalles relevantes
Uno de los aspectos que más ha llamado la atención es la emotividad que invadió el recinto. Asimismo, todos los hijos de José José están en el lugar, pese a que en el últimos días ha existido polémica debido a que no se sabía en dónde estaba el cuerpo. Sin embargo, recientemente se reconciliaron, por lo que acordaron efectuar este homenaje en cuerpo presente.
Asistentes de varios países de Latinoamérica que residen en Estados Unidos ingresaron al Dade Country Auditorium, pero no podrán acercarse al féretro ni tomarse fotografías cerca del altar.
De la funeraria al Dade Country Auditorium, se realizó una procesión fúnebre, durante la cual hubo una caravana que transitó la famosa Calle 8 de Miami.
Con la voz quebrada por el llanto, la hija menor del cantante, Sarita Sosa, agradeció a las más de 2 mil 300 personas que acudieron al auditorio de Miami Dade para homenajear al “Príncipe de la canción” en la ciudad donde vivió buena parte de su vida.
El cuerpo del cantante llegó hacia mediodía (hora de Miami) al auditorio, en una procesión saludada por bocinazos a lo largo de su recorrido.
Mientras unos mariachis cantaban el tema “Lo pasado, pasado” al iniciarse la ceremonia, Sarita Sosa irrumpió en llanto y la viuda, la cubana Sara Salazar, al parecer sufrió un leve desmayo.
El público estalló en un aplauso cuando, en uno de los versos, los mariachis cantaron: “Pido un aplauso para el amor”.
Al cabo de los discursos, la banda Mariachi México Internacional cantó El triste, uno de los mayores éxitos del hombre que cantó por más de 50 años al despecho y el desamor: “Hoy quiero saborear mi dolor, no pido compasión ni piedad”.
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