Arpaio fue sheriff del condado de Maricopa (Arizona) -que incluye Phoenix- entre 1993 y 2017, 24 años en los que se hizo famoso en todo el mundo por su mano dura con los inmigrantes indocumentados y por las severas condiciones en la cárcel bajo su jurisdicción.
El caso criminal de Arpaio se remonta casi una década atrás, cuando el Departamento de Justicia inició una investigación en su contra por violar los derechos civiles de los latinos a raíz de las numerosas quejas por lo que sucedía en Arizona.
De acuerdo con la investigación, los agentes a las órdenes de Arpaio paraban a conductores solo por su aspecto racial, detenían a personas por la mera sospecha de que fueran indocumentados y los entregaban a las autoridades migratorias.
En 2011, la Justicia ordenó a Arpaio que abandonase su estrategia de detener a gente por razones raciales, pero el polémico exsheriff siguió con sus tácticas.
Por desobedecer las órdenes de la Justicia, una jueza abrió en EL 2015 un caso en su contra del que fue hallado culpable en julio y del que estaba ahora a la espera de condena, que podía ser de hasta seis meses de cárcel.
Donald Trump había mostrado su admiración por Arpaio por su mano dura contra la inmigración, mientras que el exsheriff de Maricopa fue de los primeros en apoyar la candidatura presidencial del multimillonario neoyorquino.
El presidente hacía días que sopesaba un indulto al exsheriff y el pasado martes, en un mitin precisamente en Phoenix, cuestionó que Arpaio fuese hallado culpable “por hacer su trabajo” .
Entre sus polémicas decisiones está la creación de la “Ciudad de las Carpas” , una cárcel donde los reos cumplen sus condenas al aire libre y soportan las extremas temperaturas del desierto de Arizona.
Arpaio se había convertido en un símbolo en la lucha contra la inmigración irregular.
El indulto presidencial a Arpaio es el primero que ofrece Trump desde que llegó a la Casa Blanca.
Joe Arpaio, el alguacil que se parece a un personaje de un western
Se autodenominaba “el alguacil más duro” de Estados Unidos y recientemente fue condenado por su insistencia en cazar inmigrantes ilegales, pero Joe Arpaio espera beneficiarse este martes de un indulto de Donald Trump durante una visita del mandatario a Arizona.
De padres italianos y con 85 años de edad, Arpaio podría haber sido un personaje de un spaghetti western rodado en los paisajes de cactus gigantes que abundan en su estado, limítrofe con México, y donde dio rienda suelta a su obsesión de luchar implacablemente contra la inmigración ilegal.
Durante casi 25 años dirigió una persecución sin medidas contra los migrantes laninos en el condado de Maricopa, en Arizona (suroeste) .
Su método? Patrullar sistemáticamente en busca de hispanos para detenerles y someterles luego a vejaciones e incluso ridiculizarles.
Él mismo es hijo de inmigrantes, pero “legales” , según enfatiza, y su estrategia le funcionó durante mucho tiempo, pues llegó al puesto de alguacil por primera vez en 1992 y fue reelegido una y otra vez cada cuatro años.
Con el actual presidente estadounidense, del que es un ferviente partidario, tiene varias cosas en común, empezando con que ambos nacieron un 14 de junio, aunque Arpaio es 14 años mayor que Trump.
Ambos son además republicanos, han propagado el falso rumor de que el exmandatario Barack Obama nació en Kenia y han construido su reputación en torno a la promesa de luchar incansablemente contra la inmigración ilegal.
Calzoncillos rosados
Fascinado por aparecer en 200 reportajes de televisión por mes, el “sherif Joe” parece tener un gusto especial por las polémicas.
Y entre sus mayores orgullos está haber creado la prisión que siempre había imaginado, evocando los campos de prisioneros de la segunda guerra mundial: con literas de metal alineadas en carpas color caqui y rodeadas de alambre de púas.
En ese lugar inaugurado en los años 1990 y que llamó la atención del mundo entero, el alguacil obligaba a los detenidos a llevar un uniforme a rayas como el que llevan los presos en las películas, además de calzoncillos rosados.
También se jactaba de servir en la prisión, dos veces al día, “las comidas más baratas de Estados Unidos” a un costo de entre 15 y 40 centavos cada una. Ese menú incluía guisos, a menudo vegetarianos y elaborados de restos normalmente destinados a los botes de basura de la ciudad.
Por lo anterior, el alguacil se convirtió en la bestia negra de las organizaciones de defensa de los hispanos, que representan un tercio de la población de Arizona.
Un “gran patriota”
Después de la reelección en el 2012 del presidente demócrata Barack Obama, Trump y Arpaio coincidieron cada vez más en su convicción sobre la necesidad de que los republicanos adoptaran una postura ofensiva en materia de inmigración.
Así, durante la campaña de 2016 el controversial alguacil hizo público su apoyo al multimillonario empresario, quien luego le devolvió la cortesía en la última campaña que encabezó para repetir como sherif de Maricopa.
Pero si bien Trump logró la victoria, Arpaio fue derrotado mientras se acumulaban acusaciones de abuso y corrupción en su contra.
Y finalmente, el alguacil fue condenado en julio pasado por violar la prohibición impuesta por un juez federal de patrullar sistemáticamente en busca de inmigrantes ilegales.
Pero Trump, quien ha considerado a Arpaio un “gran patriota estadounidense” que “se implicó mucho en la lucha contra la inmigración ilegal” , ya ha anunciado su intención de perdonarle la condena.
“Sería oficialmente una promoción presidencial del racismo” , advirtió sobre ante esta posibilidad la conocida organización estadounidense de defensa de los derechos civiles, ACLU.