Recuerde que nadie está preparado en su totalidad para recibir una nueva vida, así que, para desempeñar el rol de paternidad de la mejor manera posible, y sobre todo para el bienestar de su hijo, lo ideal es prepararse como pareja durante el embarazo y que ambos, tanto el padre como la madre, estén al tanto de ciertos cuidados básicos que necesita el bebé.
La pareja debe prepararse emocional y psicológicamente para la venida de su bebé, dice Mario Salazar, obstetra, quien añade que esta preparación debe iniciar desde antes de la fecundación y, para ello, es necesario acudir con médicos especialistas. Durante el embarazo, la madre debe ir a chequeos y controles para tomar los cuidados prenatales necesarios, cuyo propósito es que el bebé crezca saludable. Asimismo, la madre debe estar preparada para el parto y, en pareja, crear el ambiente adecuado para su hijo.
Cuidados básicos de un bebé recién nacido
Existen algunos cuidados generales que los padres deben tomar en cuenta para la salud y el bienestar de su bebé, dice Ana Lucía Diez, pediatra neonatóloga. Entre ellos, la experta recomienda que la alimentación sea a través de la lactancia materna, ya que esta le proporciona defensas a su hijo.
‘A partir del tercer día, bajan mayores cantidades de leche. Debe darle de comer al bebé entre 8 y 12 veces al día, lo cual permite que mantenga los niveles adecuados de azúcar en la sangre’. Asimismo, Diez explica que lo normal es que el recién nacido orine de 5 a 6 veces diarias y que defeque tan frecuente como después de cada comida’.
En cuanto a medidas de higiene, cámbiele el pañal cada vez que lo ensucia y evite la humedad en el cuerpo del bebé para también evitar infecciones o irritaciones en la piel. Esté al tanto de la ropa, que esta no tenga mal olor. Respecto al baño, dice Diez, puede limpiarlo con esponja o sumergirlo, siempre y cuando tenga presente las medidas de seguridad. El jabón debe ser de un PH neutro, sin perfume ni químicos irritantes.
Parte de los cuidados responsables de su hijo implica llevar un control de su salud con un médico pediatra, quien estará al tanto de lo que come el bebé, del peso, del color de las heces y de las vacunas que necesita para fortalecer su sistema inmune. Según Diez, las primeras vacunas que debería recibir un bebé son las de Hepatitis B y Tuberculosis.
Procure que su hijo reciba baños de sol de por lo menos 20 minutos diarios con luz solar indirecta, es decir, a través de una ventana y protegiendo los ojos del bebé, recomienda Diez.
De igual forma, debemos tener presente la salud de la madre, quien, a partir del embarazo pasa por trastornos hormonales que pueden afectar, entre otras cuestiones, su estado emocional. ‘La madre puede sentirse triste o deprimida, por lo que necesitará un círculo de apoyo y alguna ayuda profesional’, añade Diez.
Cuando hay visitas, lo primero es la salud de su bebé
Al nacer el bebé, nos encontramos muy felices y deseamos compartir ese momento con nuestros seres queridos, entonces anunciamos la llegada del nuevo integrante de la familia: así que prepárese para recibir visitas. Más allá de la emoción que le provoca, recuerde que lo primero es la salud de su bebé, así que tome las precauciones necesarias para prevenir afecciones médicas.
Siempre tenga presente de que los recién nacidos no han sido vacunados, las defensas que han recibido al nacer provienen de la placenta y no han desarrollado su sistema inmune; entonces lo recomendable es que el bebé no reciba visitas en las primeras 24 horas a partir de su nacimiento, pues están más vulnerables y la madre necesita descanso, ya que se encontrará agotada después del parto.
Tomando en cuenta lo anterior, establezca las reglas en su hogar para evitar cualquier infección o desarrollo de alguna afección médica en su bebé, pues esta se manifiesta con mayor gravedad en recién nacidos que en adultos. ‘Idealmente, la visita debe pedirle permiso a la madre o al padre para cargar al bebé o tener cualquier tipo de manipulación’, añade la neonatóloga.
Además, es importante que las personas que visiten a su hijo se laven con frecuencia las manos, antes y después de tocarlo, para evitar infecciones. Procure que nadie le bese las manos y los pies, pues los bebés ‘se chupan constantemente y pueden contagiarse de herpes y otras enfermedades al tener contacto con la saliva de otras personas. Cuando un bebé es contagiado de herpes, le puede dar encefalitis e incluso morir a raíz de la gravedad del cuadro, pues su sistema inmune no ha madurado’, agrega.
De igual forma, restrinja las visitas, principalmente si se trata de niños menores de 5 años, ya que a esa edad suelen padecer de enfermedades respiratorias y podrían contagiar a su hijo. Además, los niños tampoco tienen conciencia de los cuidados mencionados y podrían no lavarse las manos o pasar por alto las medidas recomendadas al tener contacto con el bebé. ‘Se puede transmitir todas las enfermedades respiratorias, principalmente las virales como la gripe, enfermedades como el herpes que es un virus, e infecciones gastrointestinales al no lavarse bien las manos al tocar al bebé’, explica la experta.
Diez aconseja que las visitas sean cortas, que las personas no estén enfermas, perfumadas, que no fumen dentro del ambiente ni lleguen con olor a tabaco. Asimismo, Diez recomienda que no haya mucha gente dentro de la habitación de su bebé.
Recuerde que, en un bebé recién nacido, las enfermedades tienen mayores complicaciones y estas podrían llegar a meningitis, encefalitis y hasta la muerte. Entonces, lo ideal es que su bebé reciba visitas cuando haya desarrollado mejor su sistema inmune, busque el acompañamiento de un médico pediatra de su confianza y resuelva con expertos las dudas puntuales que tenga sobre los cuidados de su bebé, para proporcionarle las mejores condiciones para su salud y bienestar.