Murió de cáncer en un hospital en una ciudad del suroeste de Japón, señaló el grupo Nihon Hidankyo, que reúne a supervivientes de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki.
El entonces cartero tenía 16 años cuando el ataque ocurrió y sufrió graves quemaduras en la espalda y el brazo izquierdo. Pasaron años hasta que no estuvo totalmente restablecido.
En el momento de la explosión, estaba circulando en bicicleta a unos 1,8 km del epicentro de la deflagración.
“De repente, después de ver una luz como un arco iris a mi espalda, fui empujado por una fuerte explosión hacia el suelo”, dijo durante una ceremonia de conmemoración del bombardeo en 2015.
“Cuando me desperté, la piel de mi brazo izquierdo, desde el hombro hasta la punta de mis dedos, se caía a tiras. Puse mi mano en la espalda y vi que no tenía ropa y que tenía trozos de piel quemada en mi mano”, recordó.
Taniguchi, que pasó tres años y medio en un hospital tras la explosión, se convirtió en un destacado activista del desarme nuclear y viajó por todo el mundo relatando su experiencia en conferencias.