Aunque hubo daños, la destrucción pudo ser peor, según explica el sismólogo Luis Roldán, del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh), quien explicó detalles técnicos sobre el terremoto.
Roldán asegura que la distancia del epicentro ocurrido en las costas de Chiapas México benefició para que el país no sufriera un daño mayor, por la magnitud del terremoto, además que el sumergimiento de una placa ayudó para que la sacudida no fuera tan violenta.
“La sacudida no fue tan fuerte, el sismo si fue de magnitud grande pero no hubo sacudida violenta, la caída de objetos y paredes fue por la frecuencia natural de vibración y la saturación del suelo”, dijo Roldán.
El experto recuerda que el terremoto del 4 de febrero de 1976 fue por la falla del Motagua y hubo un movimiento superficial. Por el tipo de falla y las subducciones, la energía con frecuencias altas, se dispersó a todo lo largo de la falla y produjo tanto daño.
¿Por qué fue tan prolongado?
El fenómeno que originó el terremoto se conoce como subducción, es el mismo que ocurrió con los terremotos del 7 de noviembre de 2012 y el 7 de julio de 2014, entre otros movimientos fuertes que han pasado en la Costa Sur.
La subducción ocurre cuando una de las placas se sumerge por debajo del manto terrestre y, debido a la profundidad, las frecuencias van perdiendo intensidad.
El evento se dio entre la Placa Continental y la Placa de Cocos, ésta última se sumergió por más tiempo de lo habitual, por debajo de la Placa del Caribe, el movimiento se produjo por el desvío de las placas sobre el manto terrestre y la Placa de Cocos demoró más tiempo en acomodarse.
“Casi fue magnitud ocho. Es mucha más energía la que se libera y evidentemente es demostrado por la forma en que se logró sentir”, dijo Roldán.
El terremoto de anoche se posicionó como el más potente de los últimos 75 años en Guatemala, superado solo por el terremoto ocurrido el 6 de agosto de 1942 a las 23.36 horas, el cual dejó gran destrucción.