Se titulaba: “Relación del espantable terremoto que ahora nuevamente ha acontecido en las Indias, en una ciudad llamada Guatimala”, y hace referencia al sismo que desencadenó un deslave que arrasó con la segunda capital de Guatemala, en el Valle de Almolonga.
En aquella tragedia murió doña Beatriz de la Cueva, esposa del conquistador Pedro de Alvarado, quien había fallecido durante un accidente en un combate, dos meses antes, el 4 de julio de 1541, aunque la noticia tardó en llegar más de un mes.
Cuando De la Cueva se enteró del deceso, se hizo llamar la Sin Ventura y, según cuenta la tradición, mandó a pintar de negro su habitación y todo el palacio donde vivía. Pocas semanas después ocurrió la tragedia del Volcán.
Dentro de los detalles más llamativos de este hecho están la copiosa tormenta que llevaba al menos dos días y el trueno, que algunos interpretan como un sismo o como el sonido de la correntada que venía ladera abajo.
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Este es un fragmento del texto original de la narración:
Trascripción del español antiguo con algunas correcciones:
“Sábado, a 10 de septiembre de 1541, a dos horas de la noche (madrugada), habiendo llovido jueves, y viernes no mucho ni mucha agua, el dicho sábado se aseguró como dicho es, y hubo muy grande tormenta de agua de lo alto del volcán que está encima de Guatemala y fue tan súbita que no hubo lugar de remediar las muertes y daños que se recrecieron…
Fue tanta la tormenta de la tierra que trajo por delante del agua y piedras y árboles que los que lo vimos quedamos admirados, y entró por la casa del adelantado don Pedro de Alvarado… y llevó todas las paredes y tejados como estaba más de un tiro de ballesta.
…..Estaba doña Beatriz de la Cueva, su mujer ; y queriéndose acosta entró el golpe del agua, que aún no era venida la piedra, y levantólos en alto; y fue con tanta fuerza que estaba una ventanica pequeña abierta un estado del suelo, y casi muertos los arrojó grande trecho en la plaza….
La desdichada de doña Beatriz que estaba con sus doncellas y dueñas, y como oyó el ruido y torbellino , cómo el agua llegaba a la recámara donde dormía y levantóse en camisa con una colcha, y llamó sus doncellas que se metiesen en una capilla y ellas hiciéronlo así, y ella se subió encima de un altar, encomendándose con mucha devoción a Dios, y abrazóse con una imagen y con una hija del Adelantado, pero la gran tormenta que vino de piedra a dar derecho a la misma capilla, y del primer golpe cayó la pared , y todas las tomó debajo donde dieron las ánimas a su creador”.
Edición impresa en México en 1541,con el relato de la tragedia de Guatemala.
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