“Acordamos consagrar rápidamente las protecciones de DACA en una ley y trabajar en un paquete de seguridad fronteriza, excluyendo el muro, lo que es aceptable para ambas partes”, dijeron ambos en un comunicado conjunto.
La discusión se centró en la decisión de Trump de eliminar programa DACA que protege a más de 800 mil jóvenes y en eforzar la seguridad fronteriza, sin incluir el polémico muro.
Indecisión
Trump también se refirió al muro y aseguró que seguirá erigiéndose. “El MURO, que ya está construyéndose en la forma de una nueva renovación de viejas vallas y muros ya existentes, seguirá construyéndose”, tuiteó.
En otros dos tweets, Trump pareció manifestarse a favor de no expulsar a los jóvenes indocumentados. “¿Realmente alguien quiere expulsar a jóvenes buenos, educados y versados que tienen trabajo, y algunos de los cuales sirvieron en el Ejército?”, se preguntó el presidente en un tweet.
“Han estado durante muchos años en nuestro país, no es su culpa – traídos por sus padres cuando eran pequeños”, añadió a continuación en otro tweet, que concluía con la frase: “Más seguridad fronteriza”.
El 5 de septiembre Trump puso fin al Programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), que protegía de la deportación a cerca de 800 mil jóvenes indocumentados a los que sus padres llevaron a Estados Unidos cuando eran niños. El futuro de los “dreamers” (soñadores) quedó a partir de ahí en manos del Congreso.
Trump instó entonces al poder legislativo a aprobar una solución antes de seis meses, que es cuando finaliza la prórroga que ha dado su administración para que empiecen a expirar los permisos temporales de estancia y de trabajo que concedía DACA y que se renovaban cada dos años. En agosto de 2019 habrán caducado todos.
Tras anunciar la cancelación del DACA, Trump aseguró que su prioridad era “mejorar el empleo, salarios y seguridad de los trabajadores estadounidenses y de sus familias”. El fiscal general, Jeff Sessions, advirtió que la ley había conllevado a un aumento de la llegada de niños no acompañados a la frontera sur del país y arrebatado empleos a los ciudadanos estadounidenses.