Las autoridades aún realizan labores de búsqueda de sobrevivientes en edificios derruidos en la capital del país.
Réplicas
México se ha visto sacudido por tres fuertes sismos en las últimas semanas: uno de 8.1 el 7 de septiembre, otro de 7,1 el 19 de septiembre, y uno de 6.1 el sábado.
Ningún lugar recibe más víctimas del mortífero terremoto que el Hospital General Xoco de la Ciudad de México.
Cuando sonó la alarma sísmica de un nuevo temblor el sábado por la mañana, los empleados del hospital ordenaron a los visitantes que se fueran.
Syntia Pereda, de 43 años, estaba junto a la cama de su novio, que dormía. Jesús González, de 49 años, cayó del balcón del tercer piso de un edificio donde estaba trabajando cuando se produjo el terremoto de magnitud 7.1 el martes y espera una operación.
Pereda dijo que estaba preocupada por él y no quería dejarlo, pero salió del hospital y regresó cuando cesó el temblor.
Dijo que la gente parece acostumbrarse a la situación. La alarma sísmica suena en cualquier momento y “tú dices, bueno, es la voluntad de Dios”.
Los sismólogos dicen que el sismo de magnitud 6.1 del sábado en el sur de México aparentemente es una réplica del poderoso terremoto del 7 de septiembre que tuvo una magnitud de 8.1 y mató al menos a 90 personas.
El geofísico Paul Caruso, del Servicio Geológico de Estados Unidos, dijo que un terremoto potente como el de principios de mes puede dañar edificios que no se derrumban y volverlos más vulnerables: “Por eso un terremoto menor puede provocar la caída de los inmuebles dañados”.
El Servicio Sismológico Nacional mexicano dijo que su red ha registrado miles de réplicas del temblor del 7 de septiembre.
En las primeras nueve horas y media del sábado hubo más de 15 de magnitud 4 o más.
El Servicio Geológico de Estados Unidos dice que el nuevo terremoto que remece México tuvo una magnitud de 6.2 y tuvo su epicentro en el estado sureño de Oaxaca.
Es la región más afectada por el sismo de magnitud 8.1 del 7 de septiembre.
El nuevo temblor hizo oscilar edificios en la Ciudad de México, que intenta recuperarse del sismo de magnitud 7.1 del jueves pasado, que mató al menos 295 personas en todo el país.
No estaba claro de inmediato si el nuevo sismo causó víctimas o daños.