El 22 de mayo de 2017, José Eduardo Liu Yon, uno de los testigos y colaborador eficaz, hizo saber al Ministerio Público que pocos días después de presentarse a rendir su declaración, fue advertido por un conocido, quien le comentó que algunos familiares de Hernández Lemus lo estaban buscando y localizando con el objetivo de que no declarara ante la fiscalía.
Liu Yon dijo que temía por su vida por lo que la fiscalía le notificó que podía someterse al Programa de Protección a Testigos y se le podía ayudar a poner la denuncia por las aparentes amenazas.
El 16 de junio pasado, el abogado de Liu Yon llegó a la oficina de atención permanente del MP para presentar una denuncia por supuestas amenazas a su patrocinado.
El 14 de septiembre, Óscar Colindres, uno de los abogados de Hernández Lemus y su asistente, llegaron a la audiencia al Juzgado Décimo de Instancia Penal, sin haber sido citados.
Ese día Liu Yon se encontraba en la cocina de ese juzgado porque tenía previsto rendir su declaración, y pese a estar oculto por cuestiones de seguridad, el asistente de Colindres le solicitó a una trabajadora del Organismo Judicial que abriera la puerta porque tenía conocimiento que Liu Yon se encontraba ahí.
De esa cuenta el juez Villatoro dictaminó que se realizara una investigación interna por la posible fuga de información, además que el MP investigara el posible delito de obstrucción a la justicia.
“Se ha procedido a revisar la mayoría de la información por parte del Ministerio Público, es claro que aquí él indicó varios hechos delictivos de los cuales el MP debe realizar una investigación penal”, dijo la fiscal del MP.