Los comerciantes arriesgan sus vidas al permanecer en el lugar, en donde desde la montaña continúa el desprendimiento de piedras y tierra, otros vecinos que necesitan movilizarse se cruzan a pie el área que hasta el mediodía del martes permanecía envuelta en una densa neblina.
Según autoridades, los trabajos de limpieza se han complicado porque la lluvia que no ha cesado y aún caen rocas del cerro.
Los pobladores de Sibinal han tenido que trasbordar vehículos para llegar a sus destinos.
“Los carros no pueden pasar porque las rocas y el lodo cubren toda la carretera, hay maquinaria pero no se dan abasto para dejar limpia la ruta. Nosotros arriesgamos nuestra vida al pasar sobre el derrumbe porque cuando vemos ya están cayendo más piedras”, comentó Pedro Roblero, vecino de Sibinal.
Las autoridades municipales no se atrven a dar una fecha de cuándo podría quedar libre la ruta, después que la semana pasada lo habían ofrecido para el sábado último. También trascendió que la comuna de Sibinal no accedió a recibir apoyo de la empresa Solel Boneh, que Caminos había coordinado.
“A través de la zona vial de caminos se coordinó con maquinaria de la empresa Solel Boneh, pero el alcalde me dijo que ellos podían hacerse cargo del trabajo a pesar que no cuentan con maquinaria especial para remover las grandes rocas”, explicó el delegado de Conred.
Traslados
El traslado de enfermos también se ha visto afectado, ya que los Bomberos Municipales Departamentales han tenido que coordinar con sus compañeros del vecino Tacaná, para poder trasbordar a los pacientes para ser trasladados hacia el Hospital Nacional de la cabecera departamental.
La alerta se mantiene en los municipios de la zona costera, debido a que los ríos Cabúz, Naranjo, Petacalapa y Suchiate, reportan un incremento del caudal entre 50 centímetros y un metro.
Otro de los derrumbes que también afectan a residentes de ese departamento se encuentra en la carretera que de Tacaná conduce a Tectitán, Huehuetenango. En el lugar cientos de vehículos quedaron varados a la espera que las autoridades remuevan los escombros, una tarea que parece no llevará poco tiempo.