El nacionalismo histórico en Cataluña vivió en los últimos años un auge debido en parte a dos catalizadores: el impacto de la crisis económica que sacudió España desde 2009 y la sensación de afrenta cuando el el Tribunal Constitucional español anuló en 2010 algunos puntos del nuevo Estatuto de Autonomía catalán.
Aprovechando ese clima, Carles Puigdemont llegó al Gobierno catalán el año pasado prometiendo un referéndum en el que la región pudiera decidir sobre su independencia de España. Unos 5,34 millones de catalanes estaban llamados a responder hoy a la pregunta: “¿Quiere usted que Cataluña sea un Estado independiente en forma de república?”.
¿Por qué quiso impedirlo el gobierno español?
Horas después de que el referéndum fuese convocado el 6 de septiembre, el Tribunal Constitucional español aceptó un recurso del Gobierno y lo suspendió. La Constitución española -aprobada en 1978 por una amplia mayoría de ciudadanos, también en Cataluña- consagra la unidad del país y no prevé una consulta de ese tipo.
El Gobierno del conservador Mariano Rajoy impulsó desde entonces una serie de medidas judiciales y policiales que desmantelaron la logística del referéndum, por ejemplo por la confiscación de papeletas. Puigdemont, sin embargo, siguió adelante con la consulta, y en ese clima de incertidumbre se llegó a la votación de hoy.
¿Cómo se produjeron los incidentes hoy?
La Policía tenía orden judicial de requisar urnas e impedir el voto en los colegios electorales. Después de que los Mossos d’Esquadra (la Policía autonómica de Cataluña) actuara a primera hora con pasividad y permitiera la ocupación de locales electorales, se desplegaron los refuerzos de Policía Nacional y Guardia Civil enviados por el Ministerio del Interior español para la consulta.
Su llegada a los colegios y el intento de cerrarlos generó los primeros choques con los votantes minutos después de que se abrieran los locales a las 9:00 horas (7:00 GMT). Los incidentes escalaron luego en las calles de Barcelona y otras ciudades. Los antidisturbios dispararon proyectiles de goma y actuaron con dureza, como mostraron varios videos y fotos. La Guardia Civil difundió también imágenes de agresiones sufridas por los agentes.
Según el Gobierno catalán, la actuación policial dejó más de 460 heridos de diversa consideración. El Ministerio del Interior español informó además de 12 agentes heridos. Madrid y Barcelona se culparon mutuamente por los disturbios.
¿Quién ganará el referéndum?
Las encuestas indican que algo más de la mitad de los catalanes rechazan una ruptura de España. También en las elecciones regionales de 2015, planteadas como un plebiscito por los independentistas, los partidos separatistas obtuvieron menos de la mitad de los votos, pero lograron la mayoría de escaños en el parlamento regional para formar Gobierno.
Una mayoría superior al 80 por ciento de los catalanes cree que un referéndum pactado y legal es la solución para la crisis catalana, pero más del 60 por ciento considera ilegal la consulta celebrada hoy. Por eso se da por hecho un triunfo abrumador del “sí” a la independencia: los partidarios del “no” niegan validez a la consulta, no hicieron campaña y recomendaron no votar.
¿Es legal y legítima la votación?
Más allá de la suspensión de la Justicia, el referéndum catalán ofrece dudas de legitimidad por los numerosos golpes logísticos que sufrió los últimos días.
Sin reconocimiento internacional, junta electoral o participación mínima para validar el resultado, el “Govern” anunció hoy a último momento un “censo universal” para que cualquier ciudadano pudiera votar en cualquier local. Entidades contrarias a la independencia y medios españoles mostraron imágenes de personas votando dos veces o urnas que parecían llegar a locales con papeletas dentro.
¿Qué puede ocurrir ahora?
La convocatoria al referéndum prevé que, en caso de un triunfo del “sí”, Cataluña declare la independencia en un plazo de 48 horas después de que se conozcan los resultados, algo para lo que aún no hay hora prevista.
Esa declaración carecería de reconocimiento internacional y quedaría marcada por las dudas sobre las circunstancias de la votación, incluyendo los problemas logísticos y la turbulenta jornada de hoy. Por ese motivo, es probable que el Gobierno catalán priorice el diálogo con Madrid o convoque elecciones anticipadas.