“El trato del Gobierno español no ha sido correcto y eso influye en el ánimo; lo he veo cuando la gente viene a comprar el periódico y comenta las noticias. Hay muchos que me dicen que no pensaban ir a votar porque no están a favor de la independencia, pero las cargas policiales les hicieron cambiar de opinión”, explicó.
La capital catalana amaneció con su rutina habitual, pero el sonido de un helicóptero sobre el centro de la ciudad, las banderas secesionistas en los balcones y los comentarios a pie de calle evidenciaban que no era una mañana de lunes cualquiera.
A las puertas del banco donde trabaja, un hombre de 37 años fumaba un cigarrillo y reflexionaba sobre la situación. “Hay una calma tensa”, dijo. “Es un choque de trenes muy grave y una de las dos partes debe dar el paso para negociar”, manifestó con la certeza de que “solo un referendo acabará con el conflicto”, pese a que no se considera partidario de la independencia.
Mientras los turistas visitaban ajenos a todo la emblemática basílica de la Sagrada Familia, el sentimiento general en el barrio del Eixample, donde se encuentra el monumento, es que la jornada del domingo, que según el gobierno catalán dejó casi 900 heridos por la intervención de la Policía española para tratar de impedir el referendo, ensancha una brecha insalvable entre Cataluña y Madrid.
“Fue una vergüenza”, aseguró Carmen, una mujer de 51 años, en una parada de autobús. ¿Y qué puede ocurrir ahora? “Es todo muy incierto, pero creo que se puede proclamar la independencia”.
Niegan represión
El Partido Popular (PP) del presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, tachó de “farsa” y “manipulación” todo lo ocurrido este domingo durante el polémico referendo soberanista celebrado en Cataluña, incluidos los casi 900 heridos que dejaron los enfrentamientos entre votantes y policías.
Fernando Martínez-Maíllo, coordinador general del PP, arremetió contra la consulta celebrada pese a la prohibición del Constitucional español y apuntó que tuvo lugar “sin censo, sin comisión electoral” y con gente “votando hasta diez, 12 o 14 veces, daba igual, votando en la calle, donde fuera”.
“Un auténtico caos”, agregó. “Un auténtico fraude, una auténtica manipulación. Igual que la de los 800 heridos. Todo una gran farsa, una gran mentira”. El video con las declaraciones fue publicado luego en Twitter por el propio PP.
Maíllo denunció “una gran operación de marketing” que incluye la manipulación de las cifras de heridos para “victimizar el independentismo” y defendió en cambio la actuación de las fuerzas de seguridad.