Mientras muchos reclaman por no recibir agua en los grifos, otros están preocupados por hacer negocios con esa necesidad de la población, al contratar camiones cisterna para abastecer a las distintas colonias.
Amas de casa de distintos sectores de la cabecera, como Martínez, aseguran que se paga un servicio que no se recibe con regularidad.
Elvia Gómez, otra afectada, indicó que los niños se enferman. Con frecuencia llaman al alcalde para que solucione la crisis, en pleno invierno, pero no ha habido respuesta.
Según Gómez, para las autoridades es un negocio y solo favorecen a sus allegados, porque algunos vecinos son beneficiados de inmediato cuando solicitan un camión cisterna porque votaron por la autoridad edil, mientras que el resto no recibe agua.
Hugo Villatoro, vecino de la zona 3, dijo que el servicio de agua le preocupa, porque el cambio climático golpea fuerte y Huehuetenango ya es parte del Corredor Seco, lo que implica que se agravará el problema.
Otro factor es que la población ha crecido, pero el servicio no mejora. “Yo tengo dos años de no recibir agua, a pesar de que pago mi recibo cada mes, y así está un montón de gente”, aseguró.
Causas
El ecologista Rolando Gómez explicó que la misma cantidad de agua es la que hay en los ecosistemas; sin embargo, ha cambiado su cantidad en función de la alteración del ciclo hidrológico por las actividades y prácticas del ser humano en las cuencas y microcuencas.
Un ejemplo es cuando hay talas, pues hay dos efectos, la baja en el caudal de los manantiales y que en invierno en vez de infiltración hay escurrimiento, y se genera mayor evaporación.
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En Huehuetenango hay siete de las 14 zonas de vida ecológica que del país, pero las gestiones son deficientes, resaltó.
Luis Arturo Meza, delegado de la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (Segeplán), indicó que el tema debe verse como recurso natural aún renovable y, por el otro lado, como servicio público.
Se necesita ordenar las intervenciones institucionales para regularizar el servicio y, sobre todo, proteger la generación del recurso, los nacimientos y la zona de recarga hídrica, para que haya lugares donde no pueda haber presencia de familias, sino que sea solo para gestión ambiental de agua.
Las cuencas hidrográficas y zonas de vida identificadas deben ser preservadas. Hay estudios que recomiendan las acciones para proteger los manantiales, indicó.
“El agua no se agota, se evapora, va a las nubes y vuelve a llover. El problema es que cada día se ensucia, cada vez hay más deforestación y degradación ambiental, eso limita la retención de agua en el bosque”, explicó.
Meza coincide con Gómez en que agua hay suficiente en el país, lo que se da es mala gestión del recurso. Derivado de eso los problemas se reflejan en zonas pobladas donde las familias no tienen acceso. “La mala gestión que están haciendo del entorno que provee el servicio es lo que provoca carencia”.
Gustavo Bermúdez, encargado de Saneamiento Ambiental del Área de Salud, aseguró que, según monitoreos, la mitad del agua que se consume en Huehuetenango está contaminada.
Da razón a vecinos
El concejal Bonifacio Castillo indicó que hay razón para el descontento de la población que no tiene agua; sin embargo, aseguró que la comuna hace una inversión cada año para mejorar el servicio.
Añadió que lo que preocupa es que los veranos son prolongados, hay mayor demanda y no hay suficiente agua.
Explicó que se ha mejorado el caudal con la captación de un nuevo manantial, pero se debe trasladar el agua desde un proyecto en El Torlón, Chiantla, para lo cual el Gobierno Central ofreció Q18 millones para la tubería.
Otro aspecto es que la red de distribución debe mejorarse, pues muchos tubos están deteriorados, hay tapones y constantes fugas.