El título resultó demasiado tentador para Ricky Garard, de 23 años, que fue despojado de su medalla de bronce de los Juegos CrossFit 2017 después que se le practicó la prueba de dopaje y el resultado fue positivo de sustancias prohibidas.
El australiano Garard es el atleta más destacado de CrossFit de su país, pero luego que se conoció el resultado de la prueba tiene que devolver el premio de US$76 mil y además fue suspendido para competir hasta 2021.
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Patrick Vellner fue promovido al tercer lugar. Otros dos competidores, en los eventos masculinos y femeninos, también fallaron en las pruebas de droga.
“Históricamente, las causas más frecuentes de una prueba de dopaje han sido los atletas que no leen y aceptan nuestra política competición. Muchos toman suplementos que contienen sustancias prohibidas y no las ven en las etiquetas”, según indica el reporte que se entregó a la organización del CrossFit.
“El caso de Garard no parece ser accidental, y tomamos este resultado muy en serio”, dijo.
“Para ser honesto, no estoy demasiado sorprendido”, dijo Ali Reece, miembro del equipo de Coastal Fitness de Hong Kong que ganó las eliminatorias regionales de Asia de crossfit.
“CrossFit tiene pruebas de drogas a nivel regional y de Juegos, pero sin duda hay muchos rumores y sospechas alrededor de algunos atletas”, agregó.