Contó que todos los días sale a las 6 horas de su vivienda que se halla en el cantón Salaché en busca de material reciclable que posteriormente reutiliza o vende.
“Reciclar es bonito, mucha gente no se da cuenta de la importancia que tiene para cuidar el planeta”, expresó Chan, quien asegura que en ocasiones encuentran zapatos y ropa en buen estado que prefieren no venderlos.
Paula Cahuic, esposa de Chan, asegura que cuando su esposo le planteó la idea de reciclar no estaba de acuerdo, pero después se dio cuenta de la importancia y ahora lo ayuda a clasificar los desechos.
“Estoy satisfecha con el trabajo que hacemos, pues nos permite ganarnos la vida y además cuidar el ambiente. Tratamos de concienciar a los estudiantes y vecinos para que apoyen esta labor y no contaminen el municipio”, expresó.
Críticas
Angélica Chan Cahuic, hija, manifestó que a pesar de que han recibió muchas críticas sobre su trabajo, no han dejado de hacerlo, pues para ellos es una labor digna.
“Sabemos que le estamos haciendo un bien a la sociedad porque no existe una cultura de cuidar nuestro medioambiente. Es lamentable ver a tantas personas sin conciencia que contaminan los ríos y tiran la basura en la calle”, dijo.
Agregó que todos los días se levanta a las 5 horas para apoyar a sus padres en la recolección de botellas plásticas, latas, periódico, papel y vidrio.
“Mi labor consiste en apachar las latas y limpiar las botellas para luego colocarlas en un costal junto con el cartón y el papel, y venderlas en las recicladoras,” expuso Angélica.