Las autoridades de Luisiana declararon el estado de emergencia y ordenaron a algunas personas que evacuaran zonas costeras e islas antes de la llegada de la tormenta, prevista para el domingo. En algunas plataformas petrolíferas del golfo se iniciaron evacuaciones.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos indicó que la tormenta podría generar inundaciones en Honduras, donde se prevé que arroje entre 38 y 50 centímetros (entre 15 a 20 pulgadas) de lluvia, e incluso más en algunas zonas.
Miles de personas debieron abandonar sus viviendas y refugiarse en albergues improvisados en iglesias y centros comunales de Costa Rica y Nicaragua, mientras los meteorólogos advertían que Nate ganaría fuerza y se convertiría en huracán.
El país más afectado con la tormenta que inició el miércoles fue Nicaragua, donde 11 personas murieron y siete permanecen desparecidas, dijo a medios oficiales la vicepresidenta y portavoz del gobierno Rosario Murillo.
En Costa Rica se registraron ocho muertos, incluida una menor de tres años, y 17 desaparecidos, mientras en Honduras las lluvias provocaron tres muertes y tres desaparecidos.
Los aguaceros provocaron escenas dantescas de árboles arrancados de raíz, puentes colapsados, carreteras convertidas en ríos y casas inundadas en los países afectados.
Costa Rica
El presidente costarricense, Luis Guillermo Solís, declaró emergencia nacional para agilizar la movilización de recursos para atender a los damnificados, que se encuentran en 95 albergues.
Las autoridades suspendieron las clases a nivel nacional y el Gobierno dio asueto a los trabajadores públicos con excepción de quienes deben trabajar en la atención de la emergencia.
Aunque Nate no impactó directamente a Costa Rica, pero ha generado grandes cantidades de lluvia, que en las últimas 24 horas en algunas de zonas del país equivalen al promedio de todo octubre pasado.
Nicaragua ya había reportado la muerte de varias personas relacionadas con la furia descargada por el meteoro.
La estatal Comisión Nacional de Emergencias (CNE) de Costa Rica puso en vigencia la máxima alerta en el centro, Pacífico central y norte del país y declaró una “franja amarilla” para el litoral caribeño ante la depresión tropical número 16 frente a las costas centroamericanas.
Las primeras y fuertes lluvias causaron inundaciones en varias poblaciones de Carrillo, provincia de Guanacaste, según reportes oficiales.
En México, el Gobierno también emitió un aviso por huracán desde Punta Herrero a Cabo Catoche, en el estado de Quintana Roo, y se espera que la tormenta llegue a ese tramo de costa plagado de hoteles y centros turísticos este viernes en la noche, dijo el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
El pronóstico a largo plazo mostró que el meteoro podría alcanzar la costa estadounidense del Golfo de México convertido en huracán el domingo.
El Centro calcula que caerán entre 38 y 50 centímetros (15 y 20 pulgadas) de lluvia en partes de Nicaragua, con intensas y potencialmente peligrosas precipitaciones también en Honduras, Costa Rica y Panamá. Se espera que la tormenta cruce hacia el noroeste del Mar Caribe este viernes.