Después de haberlos hecho caminar descalzos por tres kilómetros, los llevaron al parque La Unión, a donde llegaron representantes de la PDH y de la Procuraduría General de la Nación (PGN) y estos últimos intervinieron para que no fueron azotados los niños.
Tras una larga discusión mientras que los vecinos pedían a gritos que fueran azotados los niños e insultaban a los representantes de la PGN, decidieron azotar solo al adolescente; sin embargo, la madre de uno de los niños pidió que este también fuera azotado, lo que hicieron Juan Zapeta y María Lucas, ambos integrantes de la alcaldía indígena de la cabecera.
Se adherirán a denuncia
Jorge Azañón, delegado de la PGN, dijo que para no duplicar la denuncia se adherirán a la presentada por la PDH, pues consideran que se encuadra perfectamente el delito en maltrato a menores de edad.
Respetamos el derecho indígena, pero esto no implica violar los derechos humanos de un niño al azotarlo y humillarlo en público, señaló.
El alcalde indígena dijo que se someterá a la justicia. “Yo solo cumplía con el mandato que las comunidades de Santa Cruz del Quiché me dieron para solucionar estos problemas. Los tres niños y el adolescente fueron identificados por las personas que fueron agraviadas y no fue solo el robo de bebidas, tienen un historial delictivo en la colonia Prados de Santa Rosa. Los Derechos Humanos deberían velar por los derechos de las víctimas y no de los victimarios”, expresó.
Zapeta añadió que se comunicó con las comunidades de la cabecera y le expresaron su apoyo. “Imagínese, ahora puede llegar cualquier niño a las comunidades robar y no se le puede decir nada, eso no lo van a permitir. Si yo tengo que ir a la cárcel por defender que la delincuencia no ingrese a Santa Cruz del Quiché, lo voy hacer”, señaló.