Uno de los investigadores explicó que las pesquisas apuntan a que Fariñas se habría robado el dinero de la venta de un cargamento de droga en ese país, y su socio lo mandó a asesinar.
Se conoce que ese centroamericano, de nombre Alejandro, contactó a Elgin Vargas Hernández para que cometiera el crimen, pero este contrató a Wilfred Allan Stokes.
Fariñas es un empresario que posee una franquicia del club nocturno Élite, que tiene sedes en Panamá, Guatemala y Nicaragua, entre otros países.
Testigo protegido
El MP cuenta con un testigo protegido que es parte de la mencionada organización criminal y que, además, presenció el ataque.
El testigo se entregó al MP el lunes recién pasado, y relató cómo se planificó el crimen.
Esos hechos fueron conocidos ayer en el Juzgado Quinto Penal, mediante una grabación, con la presencia de Vargas Hernández.
El testigo relató que Fariñas y Alejandro tuvieron una discusión por problemas de narcotráfico, y por ello este ordenó la muerte del primero.
El ataque contra Fariñas se decidió en mayo último, y desde el 8 de julio se montó vigilancia para darle seguimiento, expuso el testigo.
Después de haber cometido el hecho, Vargas llevó a los sicarios a su residencia, y luego trasladó a cada uno a su respectiva vivienda.
El testigo explicó que hubo problemas para trasladar a los integrantes de la organización, porque los vehículos tenían impactos de bala, entre ellos, dos camionetas agrícolas que utilizaron en el ataque armado.
“Nos bañamos, y después empezamos a escuchar las noticias, y nos enteramos de que el muerto era Facundo Cabral”, relató.
El testigo afirmó ser admirador del cantautor argentino, y eso lo motivó a entregarse al MP, para contar cómo ocurrieron los hechos.
Según él, los delincuentes nunca observaron que el cantante se subiera al vehículo con el empresario.
Mencionó que conoce a Vargas desde hace cuatro años, y no especificó desde cuándo se dedica a las actividades ilícitas ni cuánto les pagarían por el ataque armado.