Según los datos analizados, el IHA concluyó que 3.65 adolescentes entre 12 y 18 años corren riesgo de no llegar al cumpleaños 19, mientras que en caso de que se mantenga esta tendencia, 43 mil jóvenes podrán ser asesinados en esos 300 municipios hasta 2021.
“Lo que vemos en Brasil es que la falta de oportunidades ha determinado cruelmente la vida de muchos adolescentes”, declaró sobre el tema Florencia Bauer, representante de Unicef en el país sudamericano.
Unicef también indicó que mientras en Brasil se redujeron las muertes de niños de menos de un año -en 1990 fueron 95 mil 938 y en 2015 37 mil 501- en el mismo período el número de jóvenes asesinados aumentó de 4 mil 754 a 10 mil 290.
Desde 2012, de acuerdo con el estudio, el número de adolescentes muertos de forma violenta es proporcionalmente mayor que el resto de la población del país: 31.6 por cada 100 mil adolescentes contra 29.7 para cada 100 mil de la población en general.
Asimismo, el informe señala que la región más violenta del país para los adolescentes es el nordeste. La ciudad de Fortaleza, capital de Ceará, tiene el mayor índice de IHA (10.94 homicidios por cada 100 mil adolescentes), seguido por Maceió, capital de Alagoas (9.37).
Por su parte, las dos principales metrópolis del país, Río de Janeiro y Sao Paulo, se ubicaron en los puestos 19 y 22 del índice, respectivamente.
El IHA también fue discriminado por sexo y color: en 2014, las posibilidades de un adolescente hombre de ser asesinado en Brasil eran 13.52 veces a las de una mujer de la misma edad, mientras que un joven afrodescendiente tiene un riesgo 2.88 veces más alto de morir de forma violenta que uno blanco.
El IHA de Brasil se realiza con la intención de planear y evaluar políticas públicas para enfrentar el problema de la violencia entre adolescentes del país.