“En ningún momento indique que la Municipalidad está involucrada en el cobro, pero solo el hecho de haber tolerado el mismo por una gremial cae en una ilegalidad. Todo esto es producto de la inoperancia de la Zona Vial 7 de Caminos, Covial o el Ministerio de Comunicaciones ya que esta es una ruta nacional y la municipalidad no tendría por qué darle mantenimiento”, comentó Alvarado.
Añadió: “el recibo es una muestra de ilegalidad de una gremial establecida legalmente, tendría que haber emitido facturas con el aval de SAT o la Contraloría General de Cuentas, ya que nadie está facultado para realizar la recaudación de fondos públicos sin la debida autorización. Creo que todo se debe realizar cumpliendo las leyes del país, en donde tanto se clama que no exista corrupción; si queremos que cambie el país debemos cambiar todos y hacer las cosas correctamente”, agregó Alvarado.
Cobro ilegal
Un piloto que no quiso identificarse, porque pasa continuamente por el lugar, indicó, “es cierto que está pésimo el estado de la carretera pero no creo justo que utilicen maquinara de la municipalidad para hacer un trabajo que le compete al mismo gobierno. Y tampoco que lo paren a uno y lo obliguen abusivamente a realizar el pago, y si no que nos regresáramos, decían. Lógicamente hice el pago de Q25 de ida y al retornar tuve que pagar otros Q25, dinero que no tenía pensado gastar en algo que ya está incluido en mis impuestos”, comentó.
Marlon Morán, jefe de la Zona Vial 7 de Caminos, al ser entrevistado al respecto, manifestó: “este tipo de cobros son ilegales desde cualquier punto de vista. La Zona Vial 7 le dio mantenimiento por un par de meses al tramo de Tamahú y Tucurú, luego que los respectivos alcaldes proporcionaron el combustible para los dos convoyes que estaban en el lugar. Los otros alcaldes no quisieron colaborar, por lo que tuvimos que sacar la maquinaria, aunque nuestra intención era continuar”.
Aprovechando la visita del Ministro de Comunicaciones, Morán abordó al funcionario con respecto con qué se podía hacer con este tramo carretero, que está en pésimas condiciones. El ministro respondió que esperaba que fuera adjudicado el proyecto completo de la ruta del Polochic para que la empresa se hiciera cargo del mantenimiento.
José Everildo Morataya, alcalde de La Tinta, reconoció que no tienen por qué darle mantenimiento a una ruta nacional, pero debido a la desesperación, aceptó prestar la maquinaria.
“Nosotros, como municipalidad, no tenemos ni podemos, ni es incumbencia nuestra, trabajar rutas nacionales, pero también es nuestra responsabilidad como seres humanos y como personas que utilizamos la ruta, de apoyar. Hubo una solicitud de parte de los transportistas, camioneros, picoperos, ruleteros y microbuseros para ver de qué manera se podía solucionar la situación de la carretera, porque ya es la pura desesperación de la gente, ya no haya qué hacer porque no encontramos eco por ningún lado”, indicó.
“Es cierto que el evento de la pavimentación ya se subió y se abrieron plicas, va por buen camino; mientras tanto hay un tramo carretero malísimo entre Pancajché a la comunidad de San Carlos; ni siquiera la comunidad más abandonada tiene un tramo de carretera como el nuestro. Viendo esa situación, como alcalde, autoricé prestar dos máquinas que tenemos y arreglar el tramo”, afirmó.
Morataya expresó: “Ellos ofrecieron dar el combustible para la maquinaria y es lo que estaban haciendo. No están cobrando, que quede claro; están pidiendo colaboración o contribución a los transportistas, para que apoyen económicamente ese trabajo. Con mucha pena y tristeza estaba viendo los comentarios en las redes que estamos cobrando y enfocaron un recibo y el logo de la máquina que tenemos, con la simple y sencilla intención de causarnos problemas y dificultades como alcalde”.
Este sábado, otro bus quedó atorado en Canaán Tucurú, debido al pésimo estado del camino, por lo que obstaculizó el paso. El jefe edil indicó que la maquinaria trabajó miércoles, jueves y viernes, y debido a todo lo sucedido ya no la va a prestar y se dedicará a su jurisdicción.