El ex estelar de los Yanquis de Nueva York, dijo que “cuando tienes un contrato por cientos de millones de dólares, literalmente puedes sentarte en el sofá y ponerte a engordar … pero yo cometí un error que me costó más de US$40 millones, mi reputación, y quizá mi ingreso al Salón de la Fama, entre otras muchas cosas”.
En la misma entrevista, Rodríguez reconoció que pasó noches completas pensando en cómo se metió en ese problema. “Recuerdo que me quedaba sentado hasta las 4 o 5 de la madrugada, lo hice unas cien noches, llorando y pensado ¿Cómo fue qué lo hice? Soy el único idiota que tiene los ases en la mano y que descubre la forma de perder”.
Dijo que una de las partes más complicadas fue cuando tuvo que enfrentar a sus hijas Natasha y Ella, aunque tuvo el apoyo de su ex esposa Cynthia Scurtis.
“Recuerdo que le dije a Cynthia: Cuándo hable con las niñas van a escucharme pero voltearán a verte, y lo más probable es que yo no voy a superar la primera base porque voy a empezar a derrumbarme”.
Rodríguez jugó para los Marineros de Seattle, los Vigilantes de Texas y los Yanquis, con quienes ganó la Serie Mundial de 2009.